Strange Love - Gavi

《☆Capitulo 12☆》

Pablo

Abrí los ojos lentamente mientras sentía un peso encima que me impedía moverme. Abby estaba profundamente dormida con la cabeza en mi pecho, ¿quién diría que la chica que parecía desearme la muerte con su mirada, estaría dormida encima de mi? Lo que pueden cambiat las cosas en un par de semanas.

Cojo mi móvil que está en la mesilla y miro el tiempo que tenenemos para prepararnos, desayunar para ir a coger el avión y irnos a París donde se celebraría el evento del golden boy.  Contestó algunos mensajes del grupo de mis compañeros y los de mi madre que me pregunta por quinta vez a que hora tenemos que cojer el avión.

—¿Qué hora es?

—Buenos días a ti también guapa

Sonrio al ver la cara de Abby recién despertada con una cara de preocupación por saber que hora es y como se va poniendo sentada mientras se frota los ojos.

—Son las 10:00 de la mañana tenemos tiempo de sobra para que te prepares tranquilamente y si quieres ir a comer con tu madre o estar en tu casa, también puedes hacerlo eh

—Vale gracias Pablito

Sin decir nada más me da un beso en la mejilla y se levanta hacia el baño y me quedo tumbado en la cama viendo el móvil cuando escucho la ducha entonces se que es el momento para llamar a mi madre.

•••

Después de haber ido a desayunar y haber ido a alguna que otra tienda del centro, Abby se fue a su casa para estar con su madre y prepararse así que yo volví a la Masía. Cuando crucé la valla de metal me paré a hablar un rato con  Héctor y Marc que acababan de salir del entrenamiento semanal del Barça B.

—Ey tío como va la preparación para la gala del año?

—Bien hermano, explicándole por quinta vez a mi madre que vamos a hacer

—Me he enterado que vas con una chica, nos la vas a presentar? Eso seria signo de que nos quieres

—No lo sabe ni Fermin así que os tendréis que quedar con las ganas hermanos

Me despedí con doble palmada en los hombros de cada uno y entre al interior escuchando sus voces de reclamo. "Seguro que va con una famosa y no lo quiere decir" escuché que decía Héctor y Marc respondia riéndose a carcajadas. 

La tarde pasó muy rápido tanto que no me di cuenta de que solo faltaban 2 horas para coger el avión así que me levante de la cama rapidísimo y me fui a la ducha no antes sin haber preparado el traje para llevármelo y la ropa que usaría para el vuelo hasta París, además preparé una de mis maletas pequeñas donde metí alguna ropa interior, muda para la vuelta y el neceser de aseo.

Cuando salí me vestí a toda prisa, unos pantalones negros, una camiseta blanca básica y mi sudadera azul favorita, despúes me puse colonia y me peine un poco, cogí mis cosas y salí de la habitación. Mientras que bajaba las escaleras llamé a un taxi intentando no matarme y salí por la verja de metal.

El taxi llegó en 10 minutos y me ayudó a poner las cosas en el maletero después le dije la dirección de la casa de Abby y nos dirigimos hacia allí. En el camino sentí mi móvil vibrar viendo el nombre de Abby en la pantalla.

-Dígamelo

-¿Te queda mucho para llegar?

-Estoy en el taxi camino a tu casa ¿Estás lista?

-Desde hace 15 minutos, me voy saliendo a la puerta para que no me tengas que esperar

-No me molesta esperarte ya estoy en tu calle

-Perfecto pues me voy saliendo, adiós Pablo

-Adiós guapa

Colgué la llamada y me preparé para salir, al llegar a la puerta de su casa Abby estaba parada en la puerta mientras hablaba con su madre. Estaba guapísima. Llevaba un vestido blanco de manga larga y una chaqueta negra por encima, se había hecho ondas en el pelo liso y estaba más guapa que nunca si eso se podía.

—Mamá, no pasa nada, estaremos en contacto 24/7 no te preocupes, ahí mucha gente allí adulta

—Me llamas las dos noches eh Abigail, que me entere yo que no me llamas

—Que si mamá

Revise la hora del móvil, las 8:22 íbamos bien ya solo hacia falta ir al aeropuerto dónde estarían los demás. Llamé a Pedri mientras Abby hablaba con su madre, ya habían llegado algunos jugadores entre ellos Busquets, Jordi Alba, Sergio Roberto, Lewandoski cada uno con sus respectivas mujeres e hijos.

—Oye muchacho, la quiero de vuelta entera ¿entendido? Que no le pase nada que es la única que tengo, cuidala

—Mamá, deja de acribillarle

—Si señora, la cuidaré y la traeré sana y salva

—Este chico es de fiar hija. Pásatelo bien y mándame fotos

Nos montamos de nuevo en el taxi y fuimos hasta el aeropuerto.