Capitulo 1

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Mari es hermosa, tiene un tono claro con una cara limpia y hermosa, como cualquiera de sus compañeras en su segundo año en la preparatoria, quien mas sabe lo común de un día al pasar a segundo año en su escuela, en un pequeño pueblo no tan aislada, sin ninguna diferencia si no por esa hermosa escuela, alejado en los finales del mismo una escuela bastante amplia con la característica de esos pasillos llenos de casilleros, esa pizarras, o periódicos murales a la vista de todos, daban una sensación bastante familiar al pasear ahí, pero nada de eso tenia que ver con el cielo que miraba mari.

-alguna vez soñaste en volar por ese cielo? -preguntaba mari sentada en un árbol

-como volar? Así nada mas -pregunto isabela

-claro que no -dijo riendo -hablo de sentirte viva como en ese libro que me diste, desearía volar en un avión y tener todo el aire entre mis manos

-te está haciendo daño el sol mas de la cuenta, ya sabes que salón tenemos?

-creo que es el del fondo, donde esta ese pasillo chico

-ya es tarde y no arreglan nada

En esa tarde entrando de nuevo a clases, como de costumbre sus salones cambian como siempre, el problema fue el error de asignar por accidente aun salón a mas de un grupo así que todos paseaban por el extenso patio de la escuela, mientras todos repartían los salones y perdían el tiempo hablando. Pero no tardó mucho en terminar el día para que todos volvieran a casa, mientras mari pensaba en su mente, como cualquier adolescente pasando por un problema existencial, con el problema de no saber quien era ella.

-mama he vuelto-dijo al entrar a su casa

-sin obtener respuestas entraba notando que de nuevo llegaría tarde, sabiendo que su mama tendría otro día de trabajo, mari era hija única y su padre tenia un trabajo común, pero su madre pintaba varios cuadros que al final llevaba a muchos lugares para vender.

No era del todo un trabajo fijo si no un pasatiempo desde que era joven, por lo que mari solo calentaba algo de comer antes de hacer tarea, leer, o dibujar como su madre, mientras estaba en su habitación sin salir de casa, tenia un cuarto hermoso con fotos y dibujos por toda la pared, una cama junto a su ventana y un escritorio que no tenia mas de lo que ella necesitaba para dibujar. El día termino con sus dos padres llegando tarde por su trabajo, en un día cualquiera.

-mari, mari! -gritaba isabela mientras ella estaba distraída

-que pasa? -dijo retomando conciencia

-que estas haciendo?, parece que estas dormida

-el horrendo salón del fondo enserio no podían darnos otro, aun de mañana no deja entrar ni siquiera algo de luz, me da mucho sueño, y esta completamente solo

-además esta hecho un desorden, todo esta muy viejo

-injustamente -dijo mari entre mucho bostezos

-porque siempre tengo tanto sueño, como si las cosas no pasaran, y entre clases parece todo tan irreal, como si enserio no existiera nada de lo que hago y aun peor no se que estoy haciendo, menos el describirme, salgo entre los días mientras no se por que las cosas pasan -pensaba mari mientras sin pensarlo pasaron por lo menos tres días cuando el fin de la primera semana había llegado al salón mas escondido del lugar

-querido diario nunca te tomo a pesar de tenerte desde hace mucho, tal vez no me interesa mucho escribir por temer que alguien lea lo que puedes ocultar, extraño mucho pensar, divertirme, es una sensación rara cuando paso junto a esos pasillos y me siento vacía como si algo estuviera mal- escribió antes de salir a la escuela

El viernes se apoderaba de otro día mas de rutina sin alguna cosa que pudiera servir o eso pensaba mientras al final no todo parecía lo mejor

-Mari, Amy, Fernando les toca limpiar hoy- dijo la profesora después de sortear quienes harían la limpieza del salón

-Mari perdón por no te puedo esperar -dijo isabela viendo la situación

-tranquila lo recuerdo, debes llegar temprano hoy, el te debe estar esperando en la entrada -dijo con una sonrisa -diviértete y dale saludos, lo extraño mucho

-si, eso hare -dijo isabela entusiasmada saliendo rápidamente

Entre un salón tan sucio por el ultimo día terminaron lo mas rápido posible y cerraron el salón, mientras se despedían Amy también se apresuro a irse dejándolos solos.

-adiós Fernando

-si adiós, contesto sin salir del lugar solo caminando hacia los pasillos

Mari se dirigía a la salida como un día común observando como algunos entraban y otros salían dejando la escuela al segundo turno, mientras recordó que dejaba por lo menos tres libros en su casillero, por lo que antes de salir entro en busca de ellos.

Paseaba rápidamente por los pasillos cuando se encontró con su casillero, uno en la orilla, al fondo de un largo pasillo que daba pie al patio, pero al llegar noto un raro tono en el patio, transmitiendo miedo se empezó a alejar cuando escucho la voz de Fernando algo molesto. Fernando pasaba frente al pasillo siguiendo un camino recto sin notar la presencia de mari, mientras ella por curiosidad salió observando si discutía con alguien pero no observó nada fuera de la común, camino por un rincón donde venia Fernando, sin embargo solo estaban algunas bancas y pupitres viejos que la escuela amontonados puesto q no servían, observaba mientras un par de aves se acercaron, mari se acerco un poco a ellas cuando en un mal paso resbalo sosteniéndose de un casillero viejo también encimado, pero este se abrió al instante dejando caer a mari.

Ella se levanto de inmediato observando que las aves huyeron con el ruido, pero eso no llamo su atención. Las palabras entre lazadas en un momento que no sabe como surge, tal como las ideas, frente a ella se veía un libro nada fuera de común a excepción de lo gastado que se veía como cualquiera que dejara una libro en malas condiciones. Mari se levanto, y tomo el libro notando que solo tenia unos cuantos golpes, lo abrió intrigada de curiosidad pensando tener relación con los gritos de Fernando, se apresuro y lo miro de manera que este no tenia nada fuera de lo común, aburrida en ese mismo segundo se propuso a dejarlo, sin antes notar que este no tenia escrito nada en orden dejando vacíos entre muchas de sus hojas, por lo que le dio lo mismo llevarlo.

Sin mas tiempo perdido tomo sus cosas más ese libro y volvió a casa como cualquier día en común.

-mama ya volví! -grito mari entrando

-esta bien deja tus cosas -respondió su madre

-huele rico que estas cocinando -dijo acercándose a la cocina

-mejor ayúdame a prepararlo, cámbiate y si quieres podemos comer de una vez

-si ya voy -respondió con ánimos

Como de costumbre mari no tardo mucho, después de ayudar, tomas asiento para las dos platicar preguntando de todo, un poco antes de la tarde mari ya había hecho todos los deberes que tenia, acomodaba sus cosas para el día siguiente, hasta que noto que en su mochila se encontraba ese libro tan raro, ella lo observó de manera mas minuciosa, decidió leer un poco de el para darse cuenta que era el diario de alguien desconocido, en pocas palabras un diario bastante raro, sin ningún nombre en realidad, avanzo las paginas antes de que estas llegaran a estar en blanco donde estaban algunas preguntas

Como me llamo?

Que pregunta me quieres hacer?

Ella lo tomo como algo bastante raro, pero por ocio tomo un lápiz y contesto-me llamo mari, si te preguntara algo seria que hacías en ese casillero- contesto cerro el libro, y lo guardo en su mochila para dejarlo en donde lo encontró pensando q alguien mas lo buscaría.

EL DIARIO EN EL CASILLERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora