capitulo 15

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Desde entonces mari y cesar se volvieron aún mas unidos, habían comenzado a volver a su rutina pero el diario también estaba ahí, por otro lado cesar empezó a compartir su casillero con mari, así ambos podrían tener acceso al casillero, pero al no poder dividir el diario, mari seguía con el pero se lo prestaba a cesar, mari le había ofrecido una hoja de él, aunque el diario se quejo debido al dolor que le ocasionaba el quitarle una hoja, como cualquier libro que se respete, era doloroso para el perder una parte de él, sin embargo, el diario era lo único que el hombre de las sombras no se atrevía a tocar. Los días comenzaban a pasar, era cada vez más común verlos juntos, cesar y mari se volvieron inseparables, pasaban todo el tiempo juntos, de ser posible pasaban el tiempo después de clases, cesar acompañaba a mari siempre a casa, a veces pasaban al parque, de vez en cuando se les veía en el centro de su hermoso pueblo, o tal ves paseando por los pasillos, pintando el los salón de artes, tocando en las bancas de su escuela, la gente veía una joven pareja, sus amigos discutían por saber si enserio serian novios, pero ellos habían dejado florecer una hermosa amistad, guardando un secreto, teniendo algo en común, sabiendo de la existencia de los secretos de ese lugar, eran uno mismo al momento de actuar.

-oye tu crees que mari este libre el día de hoy? -dijo cesar estando solo

-no lo se por que me preguntas eso a mi -escribió el diario

-oye mari te cuenta todo, yo solo quiero saber si esta libre -hiso una pausa -es injusto siento que a ella le cuentas todo sobre mi

-ella es mi dueña, además me agrada, es lógico solo piensa -escribió el diario

-creo que debería escribir con letra mas fea y gruesa, no lo crees -dijo cesar de manera normal

-no digas estupideces o le diré a mari que robaste las respuestas de tu ultimo examen, espera alguien viene

Cesar de inmediato cerro el libro y salió del baño, regreso a su salón de clases, para poder seguir con lo que quedaba hasta el final

-muchas gracias mari -dijo cesar devolviendo su diario

-no te preocupes, vamos a tocar un poco la guitarra no?

-por su puesto -dijo cesar con una sonrisa

Los dos caminaron por el extenso patio que tenia aquel lugar en un árbol hermoso que tenia una banca alrededor de el, se sentaron y tocaron casi una hora como de costumbre pero mari se veía diferente

-que pasa hoy te siento distinta, paso algo o estas aburrida? -pregunto cesar

-creo que ya empecé a aprender a tocar pero he estado pensando en muchas cosas últimamente

- a que te refieres? -pregunto cesar

-desde que logre tocar no he logrado sentir nada distinto, me contaste que tuviste una conexión con la música cuando lo que sea esa cosa, trato de llevarte, pero por mas que he practicado no logro sentir nada

-tal vez solo tengas que conectar mejor con lo que piensas, no sabemos como funciona la escuela, podría ser que esa conexión solo se de si alguien esta en peligro

-tienes razón, aunque lo sigo pensando

-oye te quería preguntar si tienes tiempo el día de hoy -pregunto cesar algo nervioso como cada que le preguntaba

-claro -dijo mari con una sonrisa

Ambos fueron al parque que estaba junto a ese hermoso rio, lleno de piedras, de todos los colores, aminaron hasta sentarse a la orilla del mismo rio en un lugar que ya era costumbre para ellos. Ambos seguían contando su día, mari hablaba de lo mal que la pasaba en ese pupitre viejo, mientras cesar jugaba riéndose de ello, pero el tema cambio nuevamente.

EL DIARIO EN EL CASILLERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora