Capitulo 7

2 1 0
                                    


Respuestas, exámenes, objetos perdidos e incluso cualquier cosa que pueda imaginar y trazar era entregada a cesar por el casillero, este llevaba tiempo experimentando tanto con el casillero que sabia casi todo de el, en primer lugar había descubierto que no solo podría contestarle, si no también tenia la capacidad de encontrar objetos que podría entregarle, siempre y cuando estos no fueran mayores al tamaño del casillero, cesar cada día dependía más del casillero, dado que podía hacer sus tareas, exámenes, o proyectos, sin embargo, la practica de cesar al estar en contacto con gran ayuda no era del todo gratuita, ni carecía de consecuencias, puesto que cualquier cosa que el casillero no pudiera entregarle seria robada por el mismo casillero, comprobando que tenía que estar seguro, de que debía pedir, ya que si pedía algún objeto especifico, este desaparecía y podrían culparlo, al igual que cuando el casillero le respondía robaba tinta de cualquier lapicero cercano, cesar entendía que existían cosas que podrían meterlo en problemas por pedirlas al casillero, después de todo le había hecho tantas preguntas, que termino con aquella libreta pequeña que le entrego, esto no sin antes enterarse que así como aquel casillero lo ayudaba cesar también tendrá que seguir instrucciones del casillero, depositando objetos muy debes en cuando, objetos que parecen de poca importancia, en su mayoría bastante confusos, iniciando por pedazos de pupitres como los abandonados, un espejo roto tirado atrás de algún salón, clavos de cualquier lugar, alguna vez le pidió un foco de un salón en especial, cesar sin dar importancia por los extraños objetos se los entregaba sin ninguna duda, comprobando que el casillero tenia también un criterio propio, este no contaba mucho de el creando curiosidad a cesar por que el casillero existía, si acaso tendría un propósito? O seria que los objetos son un alimento?

Muchas preguntas rondaban la cabeza de cesar debido a que todo este problema no tenia una solución fácil, por lo que decidió no pensar un mucho en ello. Pasaban algunos días cuando cesar continuando con su rutina, preguntándose si era del todo extraño continuar ayudando al casillero, después de todo, cualquier persona que se enterara del casillero se volvería loca.

-cesar? -dijo maddi al verlo tan perdido

-perdón que dijiste? -dijo cesar bastante desconcertado

- he tratado de hablar contigo pero siento que no me prestas atención -dijo en un tono preocupado

-lo siento, dime que es lo que decías

- digo que estas muy raro últimamente, acaso estas bien? ¿te paso algo? -dijo maddi de manera preocupada

-claro es que no he podido dormir -dijo cesar tratando de desviar la situación

-desde hace días que no eres el mismo -hiso una pausa -cesar me estas preocupando

-discúlpame es solo que no he dormido

Fuera de la escuela cesar lejos de concentrarse en lo que le gustaba iniciaba a tener problemas pensando como utilizar el casillero, no solo su novia lo encontraba raro, si no también las personas que lo rodeaban. Este punto maddi iniciaba a pensar que ocultaba algo o alguien. Terminaron su cita a las afueras del bello parque donde cesar, se despedía de maddi potándose aun algo distante, cuando a maddi se armo de valor preguntando algo.

-cesar escondes algo de eso estoy segura- tomo valor apretando su puño-acaso escondes a alguien que no me quieres contar? – el arranque de valentía la había vuelto vulnerable

- y maddi yo nunca -dijo cesar pensando que podría saber del casillero

Cesar tomo una pausa entre los nervios por pensar en algo imposible pero para el muy delicado -yo no hecho eso no me has vito -dijo casi gritado

La reacción no fue la mejor por que maddi no quedo convencida pero de igual se despidió y salió lo mas rápido posible.

-como puede q pensar que hay alguien mas -dijo entre dientes

EL DIARIO EN EL CASILLERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora