Destinados /RenMin

Capítulo 4

Renjun estaba perdido. No tenía idea de como llegar a la cafetería y estaba seguro de que lucía como un niño perdido, otra vez, porque todos lo miraban divertidos.

—¿Estás bien?

—Sí. Digo no, ¿sabes dónde está la cafetería?

—¿Puedes verme? —Renjun miró al chico sin comprender a lo que se refería, pero solo asintió—. Soy Hendery, mi poder es la invisibilidad. Creí que nadie podía verme.

—Estás frente a mí, ¿cómo podría no verte? —el chico sonrió.

—No me viste en el salón de clases —se encogió de hombros—. Ven, vamos. Te llevaré con tus amigos.

Ambos fueron directo a la cafetería, donde Haechan y Yangyang lo esperaban en una mesa junto a la ventana.

—¿Con quién hablas, Renjun? —preguntó Yangyang, mirándolo preocupado.

—Hendery.

—¿Puedes verlo? —preguntó esta vez Haechan—. Me tomó por sorpresa la primera vez que habló porque no lo vi.

—¿No puedes aparecerte?

Hendery hizo un chasquido con sus dedos y apareció frente a los demás. —No está loquito —sonrió hacia Renjun—, te dejo con tus amigos. Nos vemos.

—Qué agradable sujeto. ¿Debo ir por mi hamburguesa o ya se terminaron?

—Te guardé una porque soy buena gente —Haechan enseñó la deliciosa comida—. De nada.

—Eres el mejor.

—¿Nos vas a contar lo que pasó o es un secreto? —Yangyang lucía emocionado por saber lo que había sucedido en el salón.

Renjun estuvo comiendo y contando su terrible experiencia con el profesor sádico.

Cuando terminaron de comer, fueron a dar una pequeña vuelta para enseñarle todo el lugar a Renjun y así no volviera a perderse.

—Estos de aquí son los dormitorios. ¿Ya te asignaron el tuyo?

Renjun miró a ambos como si estuvieran locos. —No pienso dormir aquí, tengo casa.

—Se supone que todos deben quedarse aquí, Junnie. La excepción es Jaemin. Pero los demás dormimos aquí.

—Pero no quiero. ¿No puedo negarme? —Yangyang negó—. ¿Ustedes duermen juntos?

Ambos negaron de inmediato. —Duermo con Chenle y Yangs duerme con Shotaro.

—¿Quién es Shotaro?

—Es un buen amigo, está en una misión fuera del país, lo conocerás en un par de días.

—¿Cuál es su poder?

—Elasticidad. Nuestro querido amigo parece de goma —Haechan se quedó en silencio y Renjun lo miró extrañado—. Ahora recuerdo que debíamos guardarle un asiento. Nos cambiaremos de lugar cuando regrese.

Los otros dos asintieron hacia su amigo. —De acuerdo.

Volvieron al salón de clases por sus cosas, tenían clase de deporte todos los días después de la comida. Renjun no estaba deseoso de participar, pero no tenía opción. El chico sin poderes no tenía permitido quejarse.

—¡Muy bien! —gritó el profesor—. Grupo de cuatro.

Los tres se abrazaron de inmediato. —¿A quién aceptamos?

Chenle caminó hacia ellos. —¿Se puede?

—Adelante, buen señor —aceptó Haechan de inmediato—. Eres bienvenido cuando lo desees.