Destinados /RenMin

Capítulo 10

Diez años han pasado desde la última vez que Jaemin vio a Huang Renjun. Johnny hizo todo lo que pudo para localizarlo, pero no hubo rastro del castaño. Por alguna extraña razón, los padres del chico, también desaparecieron y ya no se supo donde más buscar.

Jaemin de 26 años estaba frente a la computadora, otra vez buscando alguna noticia o cualquier cosa que pudiese llevarlo con Renjun.

Sus amigos de la escuela han regresado a sus planetas, aunque todavía mantenían la amistad, era muy difícil encontrarse con tan diferentes "horarios".

—¿Alguna novedad? —preguntó Jeno por el teléfono.

—Nada —suspiró Jaemin, mientras se quitaba sus anteojos—, ¿qué debo hacer?

Su amigo suspiró. —Deberías rendirte, Nana. No te hace bien esperar por alguien que no desea ser encontrado, te estás haciendo daño.

—Ya lo sé, pero en mi interior todavía siento que él está aquí. En este planeta, no tengo idea que espera para hacerse presente, pero lo voy a esperar todo lo necesario —sonrió con tristeza—. Esta es la primera vez que cumplo más de 20.

—¿A qué te refieres?

—Bueno, en mis anteriores vidas siempre llegaba hasta los 18 o 20. Una vez solo llegué a los 8, pero lo hice por Renjun.

—¿Siempre mueres salvándolo, Nana?

—Es correcto —secó una lágrima y mordió sus labios. Anhelaba tanto poder ver el rostro de su destinado.

Jeno se quedó en silencio por un rato. —¿No crees que lo está haciendo para que ya dejes de morir?

—¿De qué hablas?

—Hablé con Mark. Antes de que digas algo, tuve que hacerlo para poder entender todo. Él me explicó que cada vez que salvabas a Renjun, tú eras asesinado. Al parecer eres el único de tu especie que muere por culpa de su destinado, aunque, no hay demasiados que puedan decir que encontraron a su destinado.

—No me importa si muero por él. Yo solo quiero ser feliz con él, lo que dure nuestra vida.

—Pero Nana, tú mismo dijiste que esta sería la última vida de Renjun si no cumplía su objetivo. ¿Qué harás si vuelve a morir? Realmente ya no volverías a verlo.

Jaemin cerró sus ojos. —¿Sabes cuál es el objetivo de Junnie?

Jeno lo pensó un poco, pero nada se le venía a la cabeza. —No tengo idea.

—Crear una familia.

—¿A qué te refieres? Ustedes... no entiendo.

No era difícil para los Elear formar una familia, ya sea hembra o macho cualquiera podía concebir. Pero había una condición, la persona que llevaría al bebé en su vientre era la que arriesgaba su vida por su pareja.

El objetivo de Renjun era procrear junto a su destinado que siempre salvaba su vida.

Y como ninguno de los dos conseguía llegar a la edad donde comenzaban el ritual, no podían completar el objetivo.

Jaemin desde la primera vida junto a Renjun ha soñado con tener el bebé de su destinado y espera poder cumplirlo alguna vez.

—Yo... necesito verlo, Jeno. Acariciar su hermoso rostro y pedirle que hagamos el ritual. Quiero que nuestra última vida juntos sea con una familia.

Después de la conversación, Jaemin fue a la cama. Todavía era temprano en la tierra, pero no tenía energía para saber de la humanidad. Sus misiones han terminado y como contribuyó al planeta, le han obsequiado una linda casa.

Cuando se graduó de Neón'School, Johnny le dijo que lo ayudaría a encontrar a Renjun, todavía ambos tenían la corazonada de que aquel pequeño chico seguía con vida.

—¿Dónde estás Junnie? Por favor, ven. Ya ha pasado mucho tiempo y debemos volver a nuestro hogar.

Durmió por un rato hasta que la alarma contra intrusos se hizo escuchar. Se levantó de inmediato y fue en busca del idiota que se había atrevido a entrar a su casa.

Con sumo cuidado buscó en todas partes el paradero de la persona, pero parecía que solo había sido un error.

Al volver a su habitación se lanzó sobre la persona que estaba de pie frente a su cama. Iba a golpearlo cuando la pequeña mano y esa peculiar marca de nacimiento lo detuvieron.

—¿Junnie? —levantó la capucha de su oponente y sus ojos se cristalizaron de inmediato al ver a su hermoso destinado—. Volviste a mí.

—Perdón, Jaeminie. Tardé en venir por ti —con solo oír su linda voz, Jaemin comenzó a llorar como un bebé. Lanzándose a los brazos de su lindo destinado.

Estuvieron abrazados por largo rato, Jaemin no podía dejar de llorar y Renjun no tenía el corazón para apartarlo.

—¿Estás mejor? —preguntó Renjun, todavía acariciándole la espalda con suavidad.

—Un poco —Jaemin creía que, si se alejaba de su lado, él volvería a desaparecer, así que no tenía planeado moverse.

Renjun le acarició el cabello con suavidad y sujetó una de sus manos, besándola con cariño. —Ya no me iré, lo prometo.

—No te creo. Eso dijiste hace diez años y —miró hacia abajo donde sus ojos se atraparon en los de Renjun—... desapareciste de mi lado.

—Perdón.

Jaemin sujetó el rostro de Renjun y lo besó. Necesitaba probar esos lindos labios después de una vida completa sin haberlos sentido. Todo se sentía igual y eso lo hizo llorar otra vez.

—Ya no te vayas o esta vez si me voy a morir.

Renjun asintió. —No me iré de tu lado, Jaeminie. Pero debemos volver antes de que nos encuentren —le dio un pequeño beso en los labios al pelirosa y este solo lo miró—. He estado tratando de acabar con todos los que en nuestras vidas pasadas te asesinaron, pero no pude encontrar al último y si mueres antes de que logremos mi objetivo, no volveré a reencarnar.

—¿Cuándo quieres volver? —preguntó sobre sus labios.

—Ahora mismo. Lleva todo lo necesario y encuéntrame en la sala, debo vigilar que no venga detrás de mí —Jaemin negó.

—No me dejes solo.

El ahora peli plateado asintió y sujetó la mano de Jaemin antes de levantarse del suelo. —Lleva lo necesario, no soltaré tu mano en ningún momento. Lo prometo.

Jaemin asintió y sujetó su celular. Era lo único que necesitaba para poder comunicarse con sus amigos.

El ruido de una explosión se escuchó en la sala de estar y Renjun tomó una gran porción de aire antes de abrazar a Jaemin y marcharse de regreso a su planeta.

—¿Ya tienes tus poderes, Junnie? —preguntó asombrado el pelirosa.

—Te contaré todo, solo sujétate fuerte, cariño.