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Regresan todos de la misión exhaustos, pero más unidos que nunca. No todos los monstruos sirven para dar miedo, algunos nos ayudan a valorar lo que tenemos justo ahora. Existen objetos invaluables, objetos que dejarán de ser obtenidos con facilidad, pero ¿qué es lo material en comparación con un ser humano? Eso sí es invaluable e irreemplazable. Neo sale de la oficina con ambas palmas juntas frente su pecho y una sonrisa labial de lo más afectuoso. —¡Bienvenido equipo! Buen trabajo. — Realmente quiere encajar, estar ahí para felicitarlos, ser uno de ellos. A nadie le gusta ser el cero en la esquina. Todos sonríen en su dirección acercándose. Se detienen a unos pasos cuando Mew escanea la cama dónde Force adormitaba.

—¿Dónde está Force? — Se dirige a Neo todo severo.

—Intenté convencerlo de que no era buena idea, — Comienza Neo en su defensa, rasgando su nuca. —pero insistió en que el chico secuestrado no le haría nada y--

Mew pasa de él sin dejarlo terminar e incluso sin abrir paso, por lo que Neo alarga un hilarante chillido antes de retroceder un paso y pretender estirar los brazos. Finge estar “guay” estirando los brazos. Los demás siguen a Mew y Euro es el único que ralentiza los pasos. Le da una ojeada como “Te deseo suerte en mantener este trabajo porque la necesitarás, pero descuida, tienes mi apoyo”, entonces se va. Las miradas tienen subtítulos es solo que muchos no los leen.

Mew entra a la habitación dónde tienen a Book atado. Se encuentra con la insolente imágen del raptado riendo junto a Force quién le enseña una película en el móvil. Force incluso colocó al octopus sobre su hombro izquierdo para que pudiera ver tras las mallas. Los tres parecen amigos de toda la vida riendo en comodidad. Incluso las serpientes están atentas a la película.

Cuando Mew carraspea, llamando tanto la atención de los jóvenes como la de las criaturas. El octopus agranda su único ojito y brinca del hombro de Force para asomarse todo miedoso tras la espalda del mismo. Temiendo por su deshonorable vida. ¿Por qué deshonorable? A este octopus le gusta calumniar. Vive del chisme de las personas sean ciertos o no y le gusta esparcirlos. Cuando llegó a una tranquila villa al norte de Los Ángeles no tardó en usar los oídos de personas humanas para ir de vecino en vecino diciendo que la mujer de la familia perfecta enfrente le era infiel a su marido con otro hombre. Ocasionó el divorcio de una familia que aunque ya estaba rota porque la mujer sí era infiel, aún no se suponía que rompieran. Ahora el pequeño vástago de esa familia lidia con las consecuencias del divorcio de sus padres.

—¿Qué haces aquí junto a él, Force? ¿Por qué no han venido tus padres?

—Les dije que se dieran una vuelta porque yo aún estaba en revisión. — Baja el teléfono asímismo la cabeza, avergonzado tal cual un niño.

—Les mentiste.

Force permanece cabizbajo. Book puede notar su vergüenza con solo mirarlo desde dónde está. Le clava una mirada triste y no se la quita por nada del mundo pues le recuerda a cuando él se la pasó acostado en su cama cubierto de cabeza a los pies en las sábanas sin querer dar el rostro. Lo suyo fue por asuntos mucho más graves, pero no puede evitar sentirse identificado. De alguna manera, este chico y él coinciden bastante. —Ve afuera. Debemos hablar con él.

—Lo siento. — Murmura Force en dirección a Book aunque no se conozcan del todo bien y corre a la puerta. Los últimos dos sacerdotes en pila (Euro y Claudia) observan al chico alejarse desde sus posiciones, pero en lugar de dar comentarios solo niegan las cabezas y miran a la extraña criatura de apariencia humanoide frente a ellos.

—Cuentános qué eres y de dónde vienes. No queremos hacerte daño, solo queremos asegurarnos de que tú no nos lo harás a nosotros. Mi nombre es Mew. — Otorga una sonrisa amable, diferente a cómo se mostró desde un principio. La seriedad del comienzo eran obvias fachadas, el líder de este equipo es un hombre amigable, pero debe tener carácter para afrontar los males de modo que a veces debe balancear su lado bueno y su lado malo.

MEDUS| Forcebook + MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora