Final |12|

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Al día siguiente, Mew parece salido de una película de Disney. Camina por los pasillos ultra feliz, tararea enamorado y carga una sonrisa labial en el rostro. Ha aceptado su amor, lo ha aceptado y no tiene arrepentimientos ni dudas, se siente libre al fin. Gira tal cuál un bailarín con los brazos abiertos, hasta que se detiene para dar paso a unas monjas. —Buenos días, señoritas.

Ellas ríen entre sí. Tímidas y resguardadas. A menudo se conflictaban por la belleza del exorcista, pero privaban sus oscuros deseos y mejor actuaban como señoritas obedientes. —Buenos días, Mew.

Él sigue adelante hasta llegar al aula de las camas y, sorprendentemente, todos están ahí. Tanto los nuevos demonios como View y Force. —¡Ouh! — Expresa de lo más feliz a pesar de que todos cargan rostros tristes. —Ya están aquí. Mm, chicos, tenemos una nueva misión. Se trata de una idol, ¿pueden creerlo? Es la primera vez que alguien famoso -no aburrido como el presidente- — Opciona entre dientes para volver a sonreír. —nos llama a solucionar un problema. Están listos, ¿los nuevos demonios nos acompañarán? Ay, padre santo, nunca creí decir eso. — Ríe tierno tras una mano.

—No estamos aquí para eso, Mew. — Suavemente recalca Claudia, cruzada de brazos, dándole la mirada más tierna y compadecida posible. Su espalda baja reposada contra el final de una cama. Él arruga el ceño sin comprender. Luego mira al centro que es dónde están Book y Force. Force abrazando a Mark como a un peluche sin querer soltarlo.

—N--No entiendo, chicos, ¿por qué tan tristes?

    —Yo me voy, Mew. — Book anuncia de lo más suave, ensanchando una sonrisa labial. Apenado. —Ya es hora. Me encantó muchísimo pasar tiempo con ustedes. Con todos. — Observa a los exorcistas a los laterales y a View, la chica de coletas sonríe apenada, pero agradecida de conocerlo y conocer este nuevo mundo de criaturas. Luego mira a Mew. —Quisiera quedarme más tiempo, pero tengo que resolver unas cosas en mi reino y deberé hacerlas con quiénes salvé. No quiero ponerlos a ustedes en riesgo. Fueron los primeros en demostrarme que no soy tan pequeño como siempre pensé. Muchas gracias por todo. De verdad.

Todos ríen por lo de “pequeño”.

Mew se le acerca para depositar una mano en su hombro curvando una sonrisa sentimental. —¿Volverás? Ya comenzaba acostumbrarme a ti.

—Veré si puedo, Mew. — Promete Book.

—Traéme un regalito de tu casa. — Comenta al abrazarlo todo cariñoso, creando pucheros. Recibe una bofetada en el brazo por Claudia como reprimenda por su desconsideración. —¡Auch! Solo decía.

Al separarse, es hora de despedirse de Force quién le desvía la mirada y solo le ofrece a Mark. Ambos brazos tendidos en dirección al chico de serpientes. Malhumorado.

Tanto Book como Mark están asombrados por la actitud del tez moreno y lo expresan con los ojos abiertos (el único ojo para Mark), sin embargo, Book agarra a Mark y de todas maneras corta espacios con el chico convirtiendo una de sus mejillas víctima de un beso. Deposita el beso súper suave.

—Volveré, Force, es una promesa.

El otro voltea a verlo detenidamente. Sus ojos son dos peceras que cierran el mar dentro y sus mejillas dos rosas. No quiere que se vaya, “Te amo” es una palabra demasiado fuerte, pero si amar duele entonces siente algo similar a ello. No sabe cómo respirar, cómo aceptar que debe dejar ir a su amor por el bien de este. ¿Es esto lo que deben aguantar los hombres al luchar por su país? Ser fuertes para no pensar en las esposas que dejan atrás sin certeza de si las volverán a ver.

—Te esperaré, solo vuelve, por favor.

Force se pone de puntillas y planta un beso en los labios del contrario. Frente a todos. Sin miedo alguno. Mew Suppa se cabizbaja frustrado porque está seguro que su iglesia ya parece un antro. Todos han tenido sexo aquí, incluyéndolo a él y quiénes no lo han hecho son los nuevos y porque, como define la palabra, son nuevos.

MEDUS| Forcebook + MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora