Acordes

08

Pov Thomas

Me encontraba de camino hacia mi casa, mirando unos apuntes que tenía. De repente un fuerte viento hizo que los papeles se fueran volando, reaccioné y empecé a agarrarlos pero uno se me desvío haciéndome correr.

Después de varios intentos, el papel acabó cerca de la entrada de una casa, aproveché y lo agarré rápidamente. Guardé los papeles y antes de irme, me fijé en la casa.

- Joder, que casa... - miraba aquella grande casa, se notaba que era de ricos. A un lado había un cartel.

"Casa de la familia Wagner"

- Wagner... - pensé, el apellido me sonaba bastante. Caí, era el apellido de Aida.

Me asombré, ¿ella vive aquí? Escuché un murmullo detrás mía, al parecer su casa era una exposición. Decidí infiltrarme en esa multitud para poder entrar a su casa.

- Por favor, escuchen. - El murmullo cesó cuando la guía habló. - Yo seré su guía en la exposición de la casa de la familia Wagner. Antes de empezar, está prohibido tocar, mover o cualquier interacción hacia los objetos que se encontrarán. Sin más interrupciones, Empecemos.

Entramos al lugar, era demasiado grande y daba muchísimas vibras de nobleza. Empezamos por una sala bastante enorme que mostraba un segundo piso, las típicas salas de casas nobles.

- Aquí se puede ver la sala principal, donde la familia celebraban fiestas importantes. - Los turistas empezaban a sacar fotos, encantados por el lugar.

La guía empezó a explicar sobre qué eran las puertas que estaban conectadas. Por lo que dijo, la zona principal conectaba a todo lo relacionado hacia la profesión de la familia; habitaciones dedicadas a los instrumentos, la oficina de los señores Wagner, etc...

Nos dejó explorar el lugar por nuestra cuenta, aproveché a ir a la habitación de instrumentos. Al entrar, había todo tipo de instrumentos clásicos en paneles de cristales para que los visitantes no los robasen o tocasen. Recordé que Aida tocaba el violín así que me dirigí a la zona de violines que tenía la familia.

Buscando entre todos los violines, conseguí encontrar el de Aida, tenía un diseño bastante bonito y único, en vez de tener el color marrón que caracterizaba a los violines, el de ella era una mezcla entre blanco y un color crema y a un lado estaba escrito, con una caligrafía increíble en dorado, su nombre.

- Es precioso, ¿verdad? - Dijo una mujer pelirroja que se posicionó a mi lado.

- ¿El violín? Pues si, es bastante precioso. - La mujer sonrió.

- El violín del la señorita Aida Wanger, más conocida como la princesa del la melodía. - La mire con curiosidad.

- ¿Por qué la llaman así? - Pregunté, ella asintió.

- Podía mostrar muchísimas emociones en una sola nota, además de que podía aprenderse una composición en una semana.

"¿Enserio puede hacer eso?" Pensé, era increíble que fuera tan popular siendo muy joven. Pero una duda apareció: ¿por qué dejó de tocar? Iba a preguntarle a esa mujer pero había desaparecido, miré por todos lados, no había ni un alma en el lugar. Suspiré y me fui para seguir el tour.

《 ♤ 》

Nos encontrabamos en el segundo piso, la parte de la casa. Visitamos cada habitación, solo nos faltaba el de la hija menor. Al entrar, nos encontramos una habitación bastante decorada. Había cuadros de Aida cuando era pequeña, era una niña muy alegre y feliz, por lo que mostraban todos sus cuadros.

Muchas preguntas se formaban "¿por qué no viven aquí?", "¿Por qué ahora mostraba una personalidad muy seria y reservada?", "¿Qué pasó con su familia?" Preguntas como esas se creaban en mi cabeza, pero destacó una: ¿Por qué le tenia temor a equivocarse?" Equivocarse es muy común, pero ¿por qué?

Decidí irme del lugar y empezar a investigar un poco, retomé mi camino hacía mi casa mientras pensaba como empezar. Después de unos 10 minutos caminando, llegué a casa. Abrí la puerta, siendo recibido por mi madre.

- Hola, hijo. ¿Qué tal la escuela?

- Bastante bien. - Le sonreí a mi madre. Ella agarró mi mochila para dejarla en el suelo. Me acordé de la familia Wagner, así que le pregunté a mi madre si los conocía.

- Mamá, ¿tu conoces a la familia Wagner?

- ¿la que son músicos? - Asentí. - Pues si, me gusta mucho su estilo de tocar. - Me sonrió.

- Me he enterado de que vivían por el distrito 12. ¿Sabes por qué no viven más aquí? - Mi madre negó.

- No se nada del porqué, pero escuché por ahí que se mudaron a otro lugar temporalmente.

- Entiendo, gracias mamá. - Me despedí de mi madre y fui a la oficina de mi padre para preguntarte si él sabia algo.

Al llegar, abrí la puerta pero por desgracia, no se encontraba en el lugar, suspiré y cerré de golpe la puerta de frustación. Esas preguntas me generaban demasiado misterio...