- ¡Cuéntamelo todo!- grito nada más descolgar el teléfono y oigo a Bella reírse al otro lado de la línea.
Ayer fue su cita con Bill y yo me muero de ganas de saber hasta el más mínimo detalle. Como desearía que a veces la reina cotilla fuera real.
- Tan solo cenamos, nada más - dice pero sé que sonríe contra el teléfono.
- Bells, ayer fue tu primera cita con un chico y no con cualquier chico, sino con Bill Kaulitz. ¿Pretendes que me crea que solo fue una cena sin importancia? - y sé que no fue así, porque fui yo la que pasó casi cincuenta minutos ayudando a mi amiga a elegir la ropa, el maquillaje, y hasta el color de uñas y tengo que decir que el resultado había sido espectacular.
- Es que.... - titubea y por un momento tengo miedo de que la noche fuera horrible y yo solo estuviera hurgando en la herida - fue tan especial, jamás me había sentido así y tengo miedo de que si lo digo en alto se estropee - dice soltando un suspiro triste.
- Puedes contarme lo que sea Bells, estaré aquí para escucharte y apoyarte. Y también para criticar y maldecir a los hombres si es necesario - y consigo soltarle una carcajada.
- No sé por dónde empezar - y tras esto me cuenta toda la noche de ayer sin dejarse ni un detalle. Cómo Bill la recogió en la puerta de su apartamento y la llevó al que sabía que era su restaurante favorito aunque ella no recordaba haberlo mencionado. También, como la cena fue maravillosa y ambos pudieron conocerse más y conectar de una manera increíble.
"Acabábamos las frases del otro Se, era como si pudiéramos leernos la mente" había dicho mi amiga emocionada.
Tras la cena, Bill la había llevado a una especie de mirador mientras la luna sustituía al sol en el cielo, y ambos habían bailado al ritmo de Moonson, una de las canciones de la banda. Me contó que no estaba preparada todavía para dar el siguiente paso, y que cuando se lo había dicho a él, lo había entendido perfectamente, cosa que nos aliviaba mucho a ambas, aunque le hice prometer que cuando lo hiciera, me contaría hasta el color de la ropa interior. Por si acaso. Y cuando se hizo tarde, Bill la llevó a su casa de vuelta y los dos compartieron un tierno beso antes de despedirse.
No sé si me iba a dar un coma diabético o un ataque de alegría, probablemente las dos pero que más da, estaba feliz y emocionada por mis amigos y estoy segura de que mis vecinos se enteraron por los grititos que daba cada vez que Bells añadía algo a la historia.
Seguimos hablando un buen rato y cuando por fin colgamos, la alegría que había sentido durante todo el tiempo fue sustituida por una punzada de celos en el corazón, que solo hizo que me sintiera terriblemente mal. No estaba celosa de Bella o de Bill, les quería y solo deseaba que fueran felices. Pero lo que ambos tenían y compartían era una de esas cosas que solo pasan una vez en la vida, y el hecho de que ellos tuvieran la suerte de haberse podido encontrar tan pronto me inundaba de temor y de dudas.
¿Y si yo nunca llegaba a conectar de esa manera con alguien? ¿Y si no existía una persona a la que pudiera complementar y viceversa?
Y la que más temía:
¿Y si yo no era alguien que estaba destinada a ser amada de esa forma?
Nunca le había dado demasiada importancia al tema del amor. Toda mi vida había girado en torno a los estudios, a mis padres y a mis amigos y no necesitaba más; o eso creía hasta ahora.
Tal vez fuera el hecho de estar tan lejos de ellos ahora y sentirme sola a veces, lo que impulsaba a mi mente a pensar así.No sabía por qué de repente me sentía de esa manera pero tampoco tenía ganas de averiguarlo, por lo menos no de momento, así que tras hacerme un café volví mi atención al ordenador abierto con el trabajo que tenía que entregar para mañana antes de las nueve. Casi estaba acabado pero tardé un par de horas más en terminarlo y cuando me di cuenta ya eran las tres de la tarde y ni siquiera había comido.
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Todas mis vidas | tom kaulitz.
FanfictionSer adolescente nunca fue fácil, y no es una excepción para Serena, de 18 años, cuya vida se pone patas arriba cuando es aceptada para estudiar en la universidad de sus sueños. ¿El problema? Tendrá que dejar atrás su país, su familia, todo cuanto co...