Todas mis vidas | tom kaulitz.

Capítulo 7: Dejar atrás.

Serena's pov:

He tomado muchas malas decisiones en mi vida y sé que estudiar física no es una de ellas. O al menos eso me digo a mi misma mientras observo la mesa del salón plagada de apuntes y libros que amenazan con acabar con mi salud mental.

Apenas llevo un mes en la universidad y ya nos han puesto el primer parcial, el cuál tengo mañana y por el cuál estoy histérica. Porque a pesar de llevar estudiando desde el día en que el profesor nos dio la "buena nueva", no puedo evitar ponerme de los nervios ante mi primer examen de la carrera y encima de la asignatura que más odio, álgebra. Dios si castiga dos veces.

Por ello me he dedicado a rezar a todos los dioses que conozco y también a lo que he encontrado por internet, a ver si con suerte alguno se apiada de mi alma y me ayuda a aprobar, o me lleva con él. Cualquier opción es válida.

Siento que me estoy volviendo loca y si a eso le añadimos que apenas he tenido contacto humano estos últimos días, creo que en cualquier momento voy a abrir mi ventana y saltar por ella como el Dr Strange, aunque sin capa que me impida estamparme contra el suelo. Casi no he visto a los chicos estos días porque ellos han estado el estudio ocupados con sus ensayos y yo.... yo maldigo a la UCLA, a la cafetería, a la física y a mi estúpido afán por perseguir mis sueños.

¿A quién se le ocurre? Con lo bien que estaría siendo la esposa florero de algún millonario; aunque en el fondo sepa que esa vida no es para mí y que solo podría estar con alguien del que estuviera realmente enamorada. Muy cliché de mi parte pero así soy yo, asique tengo que despedirme de la idea de ser la amante de Leonardo diCaprio y volver a mis hojas de cálculo.

Mientras todavía estoy divagando con la idea de Leo y yo en una playa exótica empieza a sonar el telefonillo y doy gracias a Bill por llegar tan pronto.

Con todo el lío de estudiar, la el trabajo y la universidad, apenas he tenido tiempo de otras cosas como hacer la compra, algo que resulta bastante importante si no quiero morir de inanición; asique cuando se lo he dicho a Bill se ha ofrecido a coger algo para llevar y venir a cenar conmigo para distraerme un rato. Es un ángel, todos lo son y me parece increíble lo importantes que se han vuelto él y los demás en estas últimas semanas. Esl no incluye o Tom claramente, pero shhh eso es un secreto.
«Un secreto a voces Serena» me recuerda mi subconsciente mientras corro a contestar el micro y abro la puerta de mi apartamento para recibir a mi amigo que tantas ganas tengo de ver.

Estoy vestida con un pantalón corto de pijama y una camiseta que dice "BOYS LOVE ME" que estoy segura que es de Nadia, pero juro que no encontré otra más comoda. Llevo calcetines de lana, uno de cada color y de mi pelo mejor ni hablamos; si hubiera metido los dedos en un enchufe estaría más peinado, pero estoy de exámenes y si quiero lucir como si viviera debajo de un puente estoy en mi derecho.

El ascensor tarda mucho en subir asique decido preparar un poco de café para después porque estoy segura de que lo voy a necesitar y cuando estoy intentado llegar al estante donde guardo mi cafetera siento unos pasos en mi apartamento y la puerta cerrarse.

- ¿Hola? - dice la voz y me parece diferente, pero no le doy importancia porque estoy de puntillas y mis dedos rozan el asa del dichoso trasto.
Estoy a punto de rendirme pero veo una mano pasar por encima de mí y agarrarla para luego posarla en la encimera y por un momento me parece ver a diosito.

Giro mi cabeza y me doy cuenta de por qué la voz de Bill sonaba tan extraña. Pues porque no era la suya.

Tom está frente a mí y me mira esperando que yo diga algo como gracias. La verdad lo haría pero para mi desgracia y la de mi ego hoy está guapo, más de lo habitual. Justo cuando yo parezco más una vagabunda que una chica de 18 años. Empiezo a sospechar que él y el universo se han aliado para dejarme en ridículo y por el momento les está yendo muy bien.