Capítulo 2. Electric.

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Riding through the room
Something beautiful
He's riddling the riddle, he'll do it again

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Un par de días habían pasado después de aquella improvisada cena que Alison había organizado para celebrar la décima semana de uno de los sencillos de la banda en el top 10 mundial, y la vida seguía como hasta ahora, pacífica, llena de pequeños momentos compartidos que le hacían sentir a ambos que habían llegado a su hogar. Todo en el 505 seguía su curso, Alison se había dedicado los últimos días a corregir y revisar la última versión de su manuscrito, mientras que Alexander se relajaba antes de su tour, leyendo o escribiendo melodías indistintas que formarían parte de su siguiente álbum, el cual ya había comenzado a planear.

-¿Cuándo será tu reunión, preciosa? – preguntó él una mañana tranquila mientras observaba a Alison del otro lado de la habitación.

Ella parecía sumamente concentrada en su trabajo, su cabello negro atado en un moño sobre su cabeza, su cuerpo agazapado en la silla y sobre su rostro descansaban aquellas gafas que Alexander adoraba, esas que Alison odiaba usar pero que se habían vuelto más necesarias que nunca.

-Hoy- dijo ella sin despegar la mirada de la pantalla de su computador -Se supone que la reunión comienza a las cuatro, Al...por eso tengo que terminar esto ahora y...-

Alexander se acercó lentamente hasta ella y -sin medir las consecuencias de sus actos- súbitamente cerró el computador de Alison ante la vista sorprendida y furiosa de la mujer que se encontraba sentada frente a la pantalla.

-¡Alexander! ¿Qué te pasa? Estaba trabajando en eso y...-

-Y has pasado las últimas doce horas leyendo y releyendo ese manuscrito, Allie...es perfecto, te lo dije yo, te lo dijo O'malley, te lo dijo Verónica...¡Hasta Milo te ha dicho que es increíble! Tienes que tomarte un descanso-

Ella lo miró encolerizada.

-Basta...ustedes no tienen una mirada objetiva, solo lo dicen porque me aprecian y...-

-¿De verdad, Alison? – cuestionó en tono severo -¿Estás insinuando que yo no soy objetivo cuando se trata de ti o del arte? –

Allie resopló fastidiada.

-Lo que quiero decir es...dios, Alexander, tú sabes lo importante que es esto para mí y cuanto he trabajado por esto, no puedo evitar ser tan exigente-

-Pues tienes que encontrar la forma – interrumpió -No puedes seguir midiéndote con esa vara, preciosa...date un respiro, sé que al editor le va a encantar tu trabajo-

-¿Qué pasa si no doy el ancho?- murmuró de pronto -¿Qué pasa si solo...si solo soy un remedo de escritora y...-

Alexander la tomó entre brazos y la sostuvo contra su pecho, asegurándose de que ella se sintiera completamente rodeada por él, odiaba reconocer esas palabras, odiaba saber que Alison aún no podía dejar de verse a través de ese cristal.

-¿De dónde mierda salen esas palabras, Alison? – dijo severo -Nadie aquí ha dudado ni un segundo de ti y de tu capacidad de lograrlo...desde el primer momento en que te conocí y comencé a descubrir tu mente supe que eras algo más...-

-Pero...pero ¿qué pasa si el editor no lo ve? ¿qué pasa si para él yo solo soy un producto de la suerte, una mujer que ha llegado demasiado lejos sin un talento alguno y...-

-Alison...- dijo despegándola de su pecho y mirándola fijo -Sé que pasaste muchos años bajo la sombra de alguien que jamás creyó en ti, alguien que dejó sembradas todas esas palabras dentro de ti...-

Everything I wanted [ Secuela de A dream Synopsis ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora