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~✨+18.

capítulo 12: uber privado

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capítulo 12: uber privado.














Para cuando Haalan volteó a chequear por su amigo: este ya no se encontraba allí.

Muy ocupados, en la parte de atrás del uber Enzo y Julián llenaban el pequeño espacio de suspiros.

El morocho deslizaba su lengua en la boca del cordobés robándole un gemido traicionero; subiéndolo a horcajadas casi instintivamente.

Tan solo un vidrio polarizado los separaba del conductor privado que iba muy concentrado en la música como para percibir algún ruido extraño.

Apresurado Julián se quitó el saco, sintiéndose febril y Enzo le abrió un botón de la camisa antes de cerrar la boca al costado de su garganta; arremolinando la lengua en su piel caliente. El delantero no soportaba la dureza en su pantalón, comenzando a restregarse para aliviar la presión acumulada debajo de su pelvis. Sentía los pezones duros, sensibles; rozar contra la tela de la camisa y maldijo en voz baja cuando Enzo le apretó el orto ayudándolo a moverse.

—Bancá...— lloriqueó, suplicante; sintiendo su orgasmo cerca. Enzo lo miró encendido, y lo tomó del cuello.

—Te quiero ahora— murmuró, con la frente pegada a la suya—... así.

Julián se estaba muriendo por asentir; desesperado. Por decirle que el también lo quería, en este momento, pero juntó toda la cordura que le quedaba y negó con la cabeza.

—Enzo, el chofer...

—Que la chupe— soltó, con brusquedad.

Julián volvió a negar con la cabeza, esta vez más para él mismo. Enzo deslizó una mano dentro de su camisa; jugueteando con su pezón.

—Te quiero coger y que lo escuchen todos— murmuró contra su oreja. Julián lo miró; tragando saliva y luego se acercó a Enzo; chupeteando su labio inferior en la oscuridad.

El morocho en un movimiento lo volcó sobre el asiento; el cuero frío le puso la carne de gallina y abrió las rodillas para que el se ubicara entre ellas; desabrochando su pantalón y sacando dejando su ya dolorosa erección al descubierto. Enzo hizo contacto visual antes de envolver los labios en su glande y el delantero tuvo que clavar las manos en el asiento para no gemir. El acto mandando olas de placer por todo su abdomen.

Saber que en cualquier momento los podrían descubrir se la ponía más dura todavía; y no le llevó mucho empezar a agitarse, sintiendo su orgasmo cerca.

—Enzo...— llamó casi con histeria, incitándolo a frenar antes de que haga un enchastre en aquel perfecto tapizado.

Pero el morocho no le dio mucha chance; haciéndolo acabar con una simple mirada.

—Date la vuelta— ordenó.

Julián estaba sudoroso, agotado; y con las piernas abiertas.

Enzo lo giró en un santiamén; dejándolo sobre sus rodillas. El cordobés cerró los ojos cuando escuchó el ruido del paquete del forro, y luego la saliva deslizarse por su entrada; lo siguiente que sintió fue a Enzo introduciéndose en él; comenzando con un ritmo apurado. Julián se apretó el labio inferior con fuerza y llevó una mano a masturbarse; un nudo formándose en la parte baja de su abdomen cada vez que Enzo se enterraba dentro suyo.

Todo parecía un sueño febril; como si estuviese delirando aquella descabellada situación.

Con el pasar de los minutos, los movimientos de Enzo se volvieron más erráticos y rápidos: los ruidos que se escapaban de sus labios cada vez eran más difíciles de contener. El sudor y la adrenalina revolviéndose como un remolino furioso entre ambos.

—Estoy cerca— soltó el morocho, cómo pudo— Vení —ordenó, saliendo de él y sacándose el forro— Quiero que me mires mientras te atragantas con esta...— Julián ni siquiera podía procesar toda la sarta de cosas que Enzo le soltaba, y dócil; dejó que lo tomara del cabello, metiéndole toda la chota en la boca.

Nunca se había sentido tan vulnerable. Eso lo asustaba del mismo modo en el que lo calentaba; no había un punto en el medio.

Estaba simplemente entregado a aquel chico de tatuajes.

—¿Te gusta?— preguntó Enzo, mirándolo desde arriba. Julian sólo podía concentrarse en no ahogarse, mientras el morocho se forzaba en él; cada vez más rápido—... la puta madre.

Enzo tiró la cabeza para atrás; su nuez de adán moviéndose cuando su garganta vibró en un gruñido y luego acabó.

Agotado, se dejó caer en el asiento; respirando con pesadez. El cordobés lo miraba con las mejillas encendidas, sintiéndose casi avergonzado por todo lo que acababa de pasar; buscando sus bóxers en el lío de ropa del auto para colocárselos.

—¿Qué haces?— Enzo preguntó, confundido y luego lo tironeó del brazo; dejándolos cara a cara— Ni me diste un beso todavía.

No dijo mucho más, sólo capturó el labio inferior de Julián entre sus dientes para luego clavarle un beso lento y profundo; enredando sus lenguas casi en sintonía. El delantero se sujetó de sus hombros, sintiéndose blando como una almohada y disfrutando del placentero calor que se formaba en su vientre cada vez que se besaban.

—Julián, ¿qué mierda me hiciste?

••••

HOLA HOLAññ

miren quien apareció

un poquito 🥵🥵 para arrancar su finde largo🤭🤭

les subo capítulo en pleno cierre de cuatrimestre mis peques.... no cualquier autora hace eso💅🏼💅🏼💅🏼💅🏼

espero que lo disfruten!!!!! LOS AMO a mis haditas y haditos 🧚🏻‍♂️🧚🏻‍♂️🧚🏻‍♀️🧚🏻‍♀️

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⏰ Última actualización: Jun 17, 2023 ⏰

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