Paola y yo casi nos desmayamos en aquel momento. Y Paola con una respiración acelerada y entre risitas dice:
-Si lo llego a saber no corría.
Y yo añado:
-Tienes mucha razón Paola. Por cierto Abraham-digo intentando calmarme y regular mi respiración.- ¿Adónde vamos exactamente?
Después de pensarse un poco la respuesta Abraham contesta:
-Pues... A un lugar que os gustará o eso creo.- Se ríe.
Entonces le suplicamos:
-Por favor dinos dónde es. O una pista pequeñita. No seas malo y nos dejes con la intriga.
Abraham les pregunta a sus bailarines:
-Chicos ¿Qué hacemos? ¿Les damos una pequeña pista o esperamos a llegar?
A todo esto recorro la furgoneta con la mirada y me percato de los allí presentes. Hasta que interviene Aroa.
-Dales una pista, pobres con lo mal que lo han pasado y el susto que se han llevado con la persecución tienen derecho a una pista.
-Bueno vale, pero solo porque me dais penita- dice mientras pone pucheros entre risita y risita-el lugar a donde vamos es sobre mi hobby preferido y por tanto sobre mi trabajo, la música. Pero antes haremos una paradita- dice mientras se mira y se frota la barriga en señal de que tiene hambre.