Después de una media hora en la furgoneta hablando nos vuelve a interrumpir la voz del conductor diciendo que hemos llegado a nuestro último destino. En ese mismo momento pienso en si era ese el lugar que no nos quería revelar Abraham, de modo que se lo pregunto:
-Abraham, ¿era éste el lugar que no nos querías contar?
-Sí, Andrea.
A continuación le susurra algo a Aroa y ella dice:
-Bueno chicos bajando.
Sin saber que le susurró, opté por bajar con los demás de la furgoneta, pero Abraham me coge de la muñeca y me para antes de pisar el suelo del exterior y me arrastra hacia él. Por la fuerza ejercida por él para tirar de mi casi me caigo y antes de llegar al suelo logro apoyar la mano en algún lugar para no hacerme daño al caer de modo que me cojo a lo primero que encuentro que resulta ser su pierna por lo que Abraham suelta:
-¡Eh! ¿No crees que vas un poco rápido para habernos... -rectifica- bueno para haberte conocido hace solo tres horas?-dice entre risas, y me fijo en su perfecta sonrisa por primera vez y pienso que es más bonita en la realidad que en los posters de las revistas BRAVO.
-¡Uy! Perdón. Yo...-me corta
-No, no pasa nada te entiendo jejeje- dice mientras me acomoda un rizo detrás de la oreja.
-Gracias- miro hacia abajo mientras empiezo a sentir calor en mis mejillas- ¿y qué es lo que querías decirme?
-¡ah! Sí, se me olvidaba bueno ya nada.
Me aparta de su camino con suavidad y baja de la furgoneta.