Cuando abandonamos la sala me apresuro para llegar hasta abraham que va mirando al suelo. Cuando llego a él le freno cogiéndole de la muñeca.
-Para, no te molestes.- Dice mirando al suelo todavía.
En su voz noto un tono de tristeza como si se fuera a echar a llorar en cualquier momento.
-Guíame hasta una sala que esté vacía, allí podremos hablar más tranquilos.-Le digo con el fin de que estando solos me cuente lo que quería decirme en la furgoneta y explicarme lo que acaba de pasar con Hugo.
A los pocos segundos estoy subiendo a la azotea del edificio guiada por Abraham.
Cuando llegamos abre la puerta y me invita a pasar cual caballero.Nada mas entrar una ráfaga de aire inunda mi cuerpo y, por lo que parece, Abraham se ha dado cuenta por que me ofrece su chaqueta.
-Toma no te vayas a resfriar- Dice con una pequeña sonrisa, a pesar de sus ojos rojos por aguantar las lágrimas.
-Y bueno ¿me vas a contar lo que acaba de pasar ahí abajo hace a penas unos minutos?- Le digo con un poco de curiosidad.
En ese momento vuelve a mirar al suelo, las lágrimas han vuelto.
~Esta vez si que no podrá evitar las lágrimas~Digo para mis adentros.
Entonces oigo unos pequeños sollozos. Esto es más serio de lo que me imaginaba.