VÍCTIMAS

capitulo 17

CAPITULO 17

02-03-1970

Lluvia...

Parece que esta lloviendo, pero es solo eso, lluvia, no hay truenos ni relámpagos, solo lluvia, y árboles, árboles grandes y robustos, me recuerda aquel bosque que solia visitar con mi familia, antes de venir aquí, era un bosque muy bonito y lleno de vegetación, Alicia solía llamarlo el bosque encantado, en honor a su cuento favorito, Blanca Nieves.

Pero este, no era aquel bosque de mis recuerdos, aquel bosque que mamá solia llevarnos a Alicia y a mi, todos los sábados, no, era diferente, en vez de árboles robustos, los árboles eran delgados, eran pinos si no me equivoco, si largos, pero delgados, el sendero no era un camino de tierra blanca y piedras, no había flores a los alrededores, en cambio el sendero eran una viejas tablas de madera crujientes, de aspecto mohoso y sucio, aunque la lluvia parecía borrar un poco la suciedad en estas. Creo que ya había visto este bosque con anterioridad, esta cerca del colegio, en Darskey, creo que es conocido como el bosque olvidado, o el bosque muerto.

La lluvia al parecer no se detendrá y yo tampoco, camino por el viejo sendero de tablas sucias, parece ser, que se por donde ir, después de caminar por los que pareció un largo tiempo, me desvío de sendero, y cruzo los delgados árboles, hasta llegar a un pequeño claro, no había árboles en aquel lugar y tampoco había pasto, pero en centro, en centro estaba aquel gran lobo, de pelaje negro y ojos color sangre, pero este no parecía verme, estaba recostado sobre sus pastas, y una pequeña mano acariciaba la parte trasera de su oreja izquierda.

La pequeña mano parecía provenir de un pequeño cuerpo, uno que usaba un impermeable pequeño color rojo, unas botas del mismo color, parecía el cuento de caperucita y el lobo feroz, aunque este lobo, no parecía tener intenciones de atacar al niño o niña. Me acerco despacio a aquel gran animal y al pequeño cuerpo, el lobo parece notar al fin me presencia, pues se levanta sobre sus cuatro patas, me observa cuidadosamente, ya de pie, puedo ver que es demasiado grande, más grande de lo que lo había pensado, puedo decir que de altura mide 1.80, y de ancho, creo que 1.60, es muy grande. El o la pequeña, se levanta unos segundos después, se gira sobre sus talones y me observa, por unos instantes no supe que decir, era Alicia, su cabello rubio escapando del gorro del impermeable rojo, su piel pálida, y ambos verdes ojos mirándome.

- Alex, crees que pueda quedármelo?? - Pregunta ella, yo solo la observo con incredulidad, quiero jalar la, y alejarla de aquella cosa enorme, pero por algún motivo no puedo.

- Alicia, aléjate de esa cosa, ahora -. Le digo y ella niega, se gira hacia el y vuelve a acariciar el oscuro pelaje del animal.

- Alex, no tengas miedo, el nunca te lastimaria, el esta aquí para cuidarnos Me dice sin dejar de acariciar al animal, este solo lame delicadamente la mano de Alicia, quien sonríe.

- Vamos, acércate Alex, el es bueno -. Me dice y aún indeciso me acerco al gran animal, Alicia coje mi mano y la acerca lentamente al hocico del lobo, este observa todo cuidadosamente y al final, este lame cariñosamente mi mano, eso logra

tranquilizarme un poco, al menos para ya no querer huir y arrastrar a mi hermana lejos.

- Alicia, de que nos cuida?? curioso. . Pregunto

- Alex, tonto hermanito, Fenrir nos cuida de Malum antes Tenebris y de sus creaciones, el antes era su carcelero, pero desde que se libero, su misión es la de proteger al Hunter - Me dice, pero no deja de mirar con cariño al gran lobo negro frente a nosotros.

- Fenrir?? Así se llama?? -. Le pregunto y ella ríe estrepitosamente.

- No tonto, yo le puse así, mamá una vez me contó que existía un lobo grande, llamado Fenrir y que era hijo de Loki, un dios, no se de que, pues ya se me olvido, pero era un lobo grande y negro, así que pensé que podía ser un lindo nombre -. Dice.