capitulo 23

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27-03-1970

Al fin el campamento había finalizado, aquellos tres días habían estado llenos de felicidad y diversión, pero ahora era momento de volver a casa, volver a esa realidad, una realidad que me pedía no tener miedo, donde los fantasmas eran muy reales y podían hablarte, donde los monstruos no se quedaban en el armario o las pesadillas, y donde los miedos no te permitían dormir por la noches, una realidad que le pedía a un niño de doce años luchar para vivir.

- Voy a recordar estos días y tu?? -. Me dice Jonathan, el guardaba dentro de su mochila de viaje, una de las playeras azules que se nos había dado al llegar Por la noche Miguel y Lucy, los encargados de la cada azul, nos informaron que nos podíamos llevar una de las camisetas como recuerdo, también nos entregó un balón, una figura de acción, un paquetes de carros de carrera, una foto grupa de todos los integrantes de la Casa Azul.

- Sí... Yo también lo haré - Respondo más para mi mismo que para Jonathan y observo la foto que se nos había dado, deseaba internamente no tener que volver a casa, no con papá y mucho menos Greta, quería quedarme aquí.

- Ya terminaron?? Ya van a cerrar la casa azul. Nos pregunta Tom, lo observo y asiento, Jonathan cierra su mochila y también asiente.

- Pues ya vamonos - Nos dice Tom y los tres bajamos las escaleras.

En la puerta estaba Lucy, recibiendo los brazaletes, y cada vez que uno se lo entregaba, ella les obsequiaba una bolsa grande de dulces, que amarraba a la mochila de viaje. Al final salimos de la cabaña, el profesor Humberto ya nos espera, observó una última vez la cabaña azul y volteó rápidamente, seguir mirándola no cambiaría el echo de que nos iríamos, y tal vez esta sería la última vez que la vería. Algo internamente me gritaba que así sería.

- Alumnos de secundaria, formen con sus grupos una fila y dirijanse hacia los autobuses ordenadamente por favor -. Nos dice, Thomas se despide y se aleja para encontrase con su grupo, Jonathan abre la fila y pronto nos encontramos rodeados por todo nuestro grupo, Carmela se cerca hacia nosotros y nos regala una de sus hermosas sonrisas.

Poco a poco, fuimos abordando el autobús y cuando menos lo note ya nos encontrábamos sobre la carretera, de vuelta a Darskey, de vuelta a mis miedos.

Esta vez se nos permitió sentarnos como quisiéramos, Jonathan estaba sentado junto a la ventana, a mi lado, y Carmela y Thomas estaban sentados delante de nosotros, pero yo no dejaba de pensar en todo a lo que volvería al regresar a casa, en este viaje me permite olvidarme de todo, de mis miedos, mis fantasmas, monstruos y culpas, incluso me permití olvidarme de Emilio, aquel pensamiento me hizo sentirme culpable.

- Que esta pasando?? - Escucho la voz de Thomas, abro los ojos, ni siquiera note cuando me dormir, el autobús se había detenido, los profesores no estaban, mucho menos el conductor, y los alumnos estaban asomados a las ventanas, unos contra otros.

Y de nuevo volvió, aquella sensación que sentí el día de la feria, y en la plaza, algo estaba por suceder.

- No, no otra vez -. Me susurre.

Rápidamente me levanto de mí asiento y observo a través de la ventana de Jonathan, los profesores estaban hablando entre ellos, parecían discutir y señalaban la marcha roja que se extendía por todo el suelo, sobre esta, había un venado, con grandes cuernos blancos, que de vez en cuando hacía un leve movimiento, aún estaba vivo, pero parecía sufrir mucho.

Quien es la niña?? - Pregunta un niño a mi derecha y señala a un niña rubía y piel blanca, llevaba un vestido blanco, medias blancas, unos zapatos negros, y un listón blanco sobre su cabello, la niña voltea y observa a sus espaldas, inclina un poco la cabeza, es
como si alguien le estuviera hablando, es Alicia, ella se ríe y entra corriendo al bosque, como si estuviera jugando con alguien.

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