El Plan

26

Hanni

—Quiero saberlo todo—acorralé a mi mejor amigo en cuanto el bus se puso en marcha. 

—Ssssh, habla bajo, están justo al lado.

—Quiero saberlo todo—repetí muy bajito y poniendo una mano al lado de mi boca.

—Todavía no nos hemos besado.

—¡¿Qué?!—se me escapó.

—¿Qué te pasa?—preguntó Minji desde el asiento de al lado.

—Nada, déjanos hablar en privado—ella volvió a su conversación con Dani rodando los ojos. 

—Las cosas van avanzando, pero ninguno se atreve a lanzarse—Harry empezaba a sonrojarse. 

—¿Habéis dormido tres días juntos y aún no ha pasado nada?

—Nos acariciamos mucho y eso, pero solo cuando no tenemos que hablar de ello después. Siempre antes de dormir nos hacemos cosquillas o Dani me pide un masaje, o me toca el pelo para que me relaje y me duerma, pero a la mañana siguiente siempre hacemos como que no ha pasado nada. 

—No me puedo creer que seáis tan mojigatos. 

—Ya me conoces.

—Ya, no me sorprende tampoco. 

—¿Y tú?

—¿Y yo qué?

—Que si no tienes nada para contarme.

—Puede ser...—me hice la interesante porque todavía tenía que aclarar en mi cabeza si debería contarle a Harry lo de los besos con Minji. 

—Tengo una duda. Hace algún tiempo te pregunté si te gustaban solo los chicos.

—Me acuerdo, fue cuando tú me contaste que creías que te gustaban a ti también. 

—Sí, y tú me dijiste que no sabías si lo que sentías por las chicas era algo más que admiración. 

—Pregúntalo—sabía hacia dónde quería ir a parar Harry con todo esto. 

—¿Lo tienes claro ahora?

—Sí, me gustan. 

—¿En serio?—una sonrisa iluminó su rostro. 

—Lo sé ya hace tiempo. En realidad es como que siempre lo he sabido, pero me lo negaba a mi misma porque sabía que también me gustaban los chicos, entonces hasta que no me gustara ninguna mujer en serio no tenía por qué enfrentarme a salir del closet.

—¿Me estás confesando que te gusta una mujer?—ya no había vuelta atrás, no podía seguir ocultándolo.

—Y adivina qué mujer. 

—No me lo puedo creer—dijo como si le hubieran dado la noticia más graciosa del mundo—. Bueno, por supuesto que me lo puedo creer, no estoy ciego. Pero es gracioso que sea justo ella. 

—No te burles de mí—le pegué en el brazo. 

—Estás enganchada a la chica que hace un año destrozó tu relación, es gracioso.

—Eres cruel—a mi también me estaba empezando a parecer divertido, pero en mi currículum estaba escrito en letra grande que mi mayor virtud era hacerme la ofendida. 

—Espera...¿crees que besó a Jay porque tú les gustabas y no soportaba verte con él?

—Harry, estás empezando a delirar. Te he dicho que a mí me gusta ella, no al revés. 

—Yo creo que le gustas. 

—Y yo creo que deberías volver a la realidad—pero tenía mis dudas sobre los sentimientos de Kim Minji hacia mí.