Curando Tus Heridas (KK, KJ, KJ y Tú)

Capítulo 48

________ pov.

Ya habían pasado dos semanas, los días habían estado tranquilos en la empresa y en la casa.

Hoy no tenía que ir a la empresa, me tomaría el día para estar en casa con Kendall JR. que hace unos días me había pedido salir a un partido de basketball así que hoy se lo cumpliría.

— Buenos días mi vida — dejó un beso en su cabeza.

— Buenos días mami — se mete una cucharada de cereal a la boca.

— ¿Y tú mamá? — le pregunto mientras saco un tazón para el cereal y voy por la leche en el refrigerador.

— Salió con Sid — lo quedó mirando confundida.

— ¿Sid? — le pregunto confundida al niño.

— Si, es el niño malvado de toy story — solté una risa nerviosa porque no le entendía muy bien. — Su novio, mamá — abrí los ojos sorprendida.

— ¿Tiene novio? — él asiente.

— Lleva dos años con él, pero me cae mal — hace una mueca.

Saber que Kendall tenía una relación ya de dos años me había causado algo, me sentí rara e intenté ignorar eso pero no pude.

— ¿Por qué te cae mal?, ¿Te hizo algo? — estaba preocupada por si le había hecho algo.

— No, pero quiere acaparar siempre la atención de mamá y a mí me deja a un lado — acaricio su cabello y termino de servir mi cereal.

— ¿Quieres ir a un partido de basketball hoy? — sus ojitos se le iluminan y asiente rápidamente. — Bien, iremos en unas horas — le sonreí.

— ¿Qué haremos si tenemos la casa sola? — nos quedamos mirando.

10 minutos después...

— Te encontré — le disparo con la pistola de agua, veo como el chorro de agua le da en la cara.

— Así no se vale — viene tras de mi intentando darme con su pistola.

Pyro venía atrás de él, ese canino no se separaba de él ni para ir al baño, lo esperaba afuera del baño.

— Te di — comienza a celebrar y abraza a Pyro que le ladra celebrando su victoria.

— No se vale, me resbale con uno de tus juguetes — me levanto del suelo.

Por venir pensando en otra cosa aplaste uno de sus juguetes y termine en el suelo.

— Yo gané mami — suelto un suspiro y asiento. — Oh, no — lo miro cuando dice eso.

— ¿Qué pasó? — señala a nuestro al rededor.

— Mamá nos va a matar por ensuciar la casa — tenía razón, había agua regada por dónde sea que viera.

— Limpiemos antes de que vuelva — vamos hasta donde ella tiene el cuarto de limpieza.

Pasamos limpiando al rededor de una hora o mejor dicho, pase limpiando al rededor de una hora porque el señorito solo me vio limpiar desde el sofá, alegando de que fue mi culpa que la casa se ensució tanto.

— Por fin he terminado — me dejó caer en el suelo.

En eso se escucha el sonido de la puerta abriéndose y Kendall aparece en mi visión.

— ¿Qué ha pasado? — pregunta confundida.

— Nada mamá — ese pequeño demonio se hace el inocente mientras intento recuperar aire y las fuerzas. — Solamente jugamos y mami no aguantó — le di una mirada matadora.