Capítulo siete.
Miedo.
No recuerdo la última vez que tuve miedo, pero en estos momentos, lo veo reflejado en el rostro de mi hermano y pareciera que fuese el mío. No nos parecemos mucho, en realidad casi nada, no obstante, es familia y algo tenemos de idéntico, quizás sea el gusto por los hombres y las mujeres porque este imbécil es igual a mí en ese sentido.
—¿De verdad te buscan por falta de inspiración?
—Yo creo que está mintiendo. —Repone YoonGi al otro lado de la pantalla porque decidí llamarlo y no ha dejado de burlarse, no recuerdo en qué parte del mundo estaba por su nueva temporada de moda, pero pronto volverá a la capital para tomarse un descanso. —Ni mi agencia es tan imponente con la falta de creatividad y eso que si no hago un vestido en el tiempo estimado posiblemente me corten las bolas.
Lo miré con el ceño fruncido. —Pero es tu agencia.
Se encogió de hombros con una sonrisa arrogante. —Sabes que puedo perder la cabeza como el sombrerero loco en cualquier momento.
—Si te castras vas a impedir tu reproducción, así que, hazlo. —Le dijo Jimin en un grito mientras terminaba de atacar mi refrigerador.
—¿Qué sentido tendría el mundo si no pudiera dejar un mini yo como legado? —Se ríe el chico en la pantalla. —No creo que a tu hermana le guste la idea de no tener hijos.
Rodé los ojos ante su egocentrismo y mi nombre en sus labios. —Jamás podría tener un hijo de ti, y lo sabes. No soporto a las divas. —Se hizo el dolido. —Además, estamos hablando del problema de Jimin, dejen de enfocarse en estupideces y ayúdalo para ver de dónde saca inspiración. —Exclamé entregando el móvil a mi hermano quien frunció los labios en un gesto aburrido. —Piensa en algo rápido o te quedarás por el resto de tus días bajo mi cuidado.
—Soy el mayor.
—Pero no el más inteligente.
Las cosas parecían salirse de mis manos con respecto a lo familiar, pero al menos la empresa, mis empleados y todos los planes están saliendo bien.
Lastimosamente, el peso de la familia se siente en este día. Al anochecer será navidad y yo estoy aquí lidiando con los problemas de mi hermano los cuales seguramente no le permitirán pensar en este momento, tal vez incluso lo olvido porque llevamos años sin celebrarla. Siendo sincera no recuerdo ni una sola vez dónde hayamos estado felices cenando esta noche. Suspire olvidando todos estos pensamientos y fui a mi habitación para vestirme y salir, iría a la empresa solo para ver si los niños estaban felices y si encontraba a algunos de mis estudiantes; sería bonito ver todas sus sonrisas teniendo los peluches que tanto soñaban con tener.
Eso me hace feliz en este día.
—Volveré pronto. —Grité al aire sabiendo que Jimin todavía debía estar hablando con YoonGi.
La nieve caía suavemente sobre mis hombros y hacía mucho frío, mi nariz se congelaba más con cada paso que daba, pero no quería abrigarme, sentir aunque sea está frialdad del mundo me hace bien. Cuando era niña no recuerdo si en estas fechas pude salir a jugar con la nieve en la navidad, creo que no. Ahora estoy muy grande y tengo una imagen que cuidar como para hacerlo; me gustaría hacer un ángel de nieve o quizás un muñeco, salir en trineo o simplemente dejarme caer con el cuerpo y sentir el frío en mis piernas, costillas y cabeza, puede que así deje de pensar en tantas cosas.
Me senté en una banca en una plaza que queda cerca del edificio y me puse a mirar unos niños que llevaban un trineo junto a sus padres, se veían felices y estarían más felices después.
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𝐂𝐡𝐚𝐨𝐬 𝐚𝐧𝐝 𝐋𝐨𝐯𝐞.
FanfictionMi padre solía decir que las mujeres no éramos capaces de gobernar ningún tipo de empresa, que nosotras debíamos cumplir otras obligaciones más básicas que no requerían "pensar" demasiado, quizás por ese pensamiento le dolió tanto cuando mi hermano...