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Capítulo once.

Miedo.

Por primera vez en lo que llevo siendo la cabeza de la empresa, sentí miedo, ¿por qué no me había dado cuenta de esto antes? ¿Cómo es que no noté las letras pequeñas del contrato? Tal vez fue porque estaba lo suficientemente emocionada pensando que finalmente podría lograrlo como para pensar que mi propio padre podría hacer algo como eso; “Según los criterios establecidos por el fundador de la empresa Jinghua, la señorita Park JiWoo puede ser dada de baja por un período indefinido para recapacitar si llega a sentirse disconforme con las reglas previamente escritas en el documento. En caso de no querer seguir lo establecido, la empresa se dará a la sucesión de algún otro propietario junto con todas las ganancias de la misma”. Es decir…

—¿Piensas que puedes destituirme tan fácilmente? —Pregunté indignada llegando a su lado y tirando el contrato en sus narices. Mi madre quedó espantada por mi actuar y el hombre frente a ella solo pudo bajar el periódico que se encontraba leyendo para ver lo que le había lanzado—. ¿De verdad escribiste algo así? ¿Acaso es legal?

—¿Planeas hacer algo que no esté dentro de lo establecido?

—Llevo años expandiendo la maldita empresa sin darme cuenta que, al final, me has utilizado completamente a tu antojo, tú te sigues haciendo más poderoso mientras yo sigo en el mismo lugar, ¿no tienes ninguna vergüenza? —Ni siquiera tenía un control sobre mis emociones, pero él sí, no tenía ninguna expresión en su rostro—. Te hice crecer y ahora resulta que no puedo dar a conocer mi nombre bajo mis ideas porque si lo hago, puedes echarme a tu antojo.

—Siempre deje en claro esas intenciones, no sé qué te hace pensar que…

—¡Son las letras pequeñas, maldita sea! —Grité dolida— Creí que al menos tendrías…

—¿Qué? ¿Qué realmente si serías la sucesora de todo mi arduo trabajo así como si nada? 

—Papá…

Se puso de pie como si haberle dicho de esa forma fuese lo que peor pude haberle dicho desde que llegué a su lado y me golpeó la mejilla con su palma con la suficiente fuerza como para hacerme tambalear. No pude procesar bien lo que había pasado, me quedé con las lágrimas corriendo por mis mejillas mirando hacia el suelo. Quería salir corriendo, huir de todo, pero ya estaba aquí.

Tal vez no podía mirarlo a los ojos, pero si podía escucharlo y que él me escuchará a mí.

—Te recuerdo que la empresa es mía, la dejé en tus manos solo para que fueras la imagen que me representaba porque ya no podía continuar por mi edad, pero no porque te perteneciera por derecho. Solo eres una cara. Conoce tu lugar.

Me trague todo mi dolor y me enfrente a quien no había pronunciado ninguna palabra, mi madre, quien no observaba la situación. —No planeo ceder, tenlo por seguro.

—Entonces no sé qué demonios haces aquí.

“Mamá, por favor, mírame solo una vez”. Quizás eso me de la fuerza suficiente como para verlo y enfrentarlo directamente, solo necesito que tú, quien me dió vida, puedas mirarme a los ojos y darme ese ánimo, ese impulso, ese empujón.

Por favor, mírame.

—Buscaré la forma de acabar con tu nombre así tenga que destruir el mío también. —Dije finalizando la conversación y alejándome completamente de ambos, sintiendo la rabia en la punta de mis dedos y una pena inmensa en mi pecho. Sabía que esa siempre sería su postura, no sé que me hizo pensar que algo podría cambiar si me presentaba aquí y le comentaba que, la emoción por haber sentido que, finalmente, confiaba en mí para algo, ya había desaparecido. Debí haber supuesto que no sería tan fácil, pero quizás después de haber firmado, todos sus reproches serían la consecuencia de esto, eso lo había aguantado por más tiempo, pero… 

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⏰ Última actualización: Feb 02 ⏰

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𝐂𝐡𝐚𝐨𝐬 𝐚𝐧𝐝 𝐋𝐨𝐯𝐞.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora