𝐂𝐡𝐚𝐨𝐬 𝐚𝐧𝐝 𝐋𝐨𝐯𝐞.

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Capítulo ocho.

J;Jk

Sueños.

Al finalizar la segunda película me di cuenta que la chica a mi lado se había quedado dormida. Me reí por lo bajo porque no dormía como las princesas de Disney, creo que es más cómo Fiona; tiene la boca abierta y un hilo de baba cae por su costado, pero sus ojos cerrados parecen tranquilos y le dan un toque angelical. Es como si, finalmente, pudiese estar descansando después de tanto trabajo.

Que triste por ella.

Que bien por mí.

Me puse de pie con cautela y caminé hacia su escritorio buscando algo que pudiese servirme en mis planes: quiero quitarle lo más preciado que tiene y es su absurda escuela. Siempre me pregunté qué era lo que le veían a los ámbitos educacionales, solo son clases regidas por un sistema absurdo al que no puedes desafiar. Además, ni siquiera los padres pueden enseñarles buenos valores y modales a sus hijos cuando son fundamentales en el hogar. Estos mocosos llegan a la escuela solo creando problemas. 

Hago esto solo para eliminarla del camino, tal como me lo pidió su padre meses atrás.

—¿Qué es esto? —Había una carpeta llena de nombres de niños con problemas en la escuela, seguramente son aquellos que están en peligro de ser expulsados o quienes ya lo fueron. Al mirar el informe, me sorprendió ver qué la mayoría estaba con seguimiento psicológico por problemas que incluyen convivencia escolar o algún drama familiar. Está chica sí que se preocupa demasiado por los demás.

No había ningún otro papel relacionado con la escuela, solo estos archivos de niños problemáticos y algunos apuntes escritos a mano por JiWoo: “Su padre lo golpea por algún mínimo error e imita la actitud con sus compañeros cuando estos se equivocan”. “Su madre tiene problemas de alcohol y siente mucha presión por cuidar de sus hermanos”, y muchos más que terminaban en un “tomar cartas en el asunto”.

¿Está chica pensará que el mundo es de color rosado que quiere arreglarle la vida a todos?

—Ni siquiera ella tiene arreglada su propia vida. —Susurre guardando los papeles y volviendo al sofá con un suspiro de derrota. No había encontrado nada útil. Con el cuerpo entumecido por la mala postura en la que estuve durante todo este tiempo, terminé juntando dos sofás individuales para estirarme mientras observaba la dormida chica a mi lado, me pregunté entonces si estaría cómoda, aunque parecía estarlo, lo que demostraba que ya tenía experiencias quedándose dormida en estos espacios reducidos.

¿Cuál sería su manía de querer hacerse cargo por completo de la empresa si termina así de cansada? 

Sé removió un poco y frunció su ceño en el movimiento, yo cerré los ojos haciéndome el dormido pensando que despertara y me vería viéndola. No quería eso. Al final, no despertó, simplemente se movió y tiró la cobija que la tenía tapada al suelo. Ni para dormir es buena.

“Búscala”, recordé de pronto la fría voz de su padre cuando esté me vino a buscar en los últimos momentos de mi padre. Parecía tener todo planeado en ese entonces y ahora entendía que lo más importante para él era dejarla mal. Me sorprendió un poco cuando habló con mi padre evitando las partes feas de su relación con la hija para hacer un acuerdo del cual sabía de antemano. Pensé que solo sería algo entre nosotros, pero, dolorosamente, por la muerte de mi padre, le dió más seguridad al padre de esta chica pues era un acuerdo válido que debe regirse tal como estaba determinando y ya no habría ninguna parte que pudiese romperlo. Una de ellas ya estaba muerta mientras que a la otra le convenía, pues yo iba a ser su pieza maestra para acabar con todo el imperio de su hija.