XIV

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Tanto  Wen Qing como Wen Ning estaban pensando de manera minuciosa, no podía regresar al sanatorio, porque cuando Wen Rouhan se enterara no iba a dejarlo ir.

—¿Qué sucede? — le preguntó Wen Qing con preocupación.

—No tengo adónde ir. — el corazón de ambos hermanos se estrujó de repente. — El sanatorio es mi hogar.

Wen Qing tuvo una idea.

—Si eres libre podremos ir donde tú quieras. — Le comentó, eso hizo que los ojos de Wei Ying se iluminaran de repente.

—¿Enserio? — ellos estaban pensando en que podía quedarse en aquella casa aunque sea por esa noche.

Al día siguiente pensaron en los Jin, el cual lo invitaron a quedarse en casa, él estaba tan asustado pero no podía decirles que no.

Él no había salido en años así que simplemente aceptó.


...


—¿Cómo encontraron el cadáver de ZiXuan? — Xue Yang preguntó a un furioso Jin GuangYao.

—No importa, eso empujó más las cosas a mi favor, y nadie sabe que fui yo. — respondió mientras hablaban en una bodega abandonada.

Pero la realidad era que si estaba preocupado por la situación, ya no se podía confiar ni siquiera en los muertos, ese vidente tenía que ser eliminado antes de que apareciera un fantasma aún más problemático que Jiang Cheng.


...


Wei Ying llegó siendo atendido por Jin ZiXun un primo de Jin ZiXuan que no tenía ni la menor idea de nada, solo le dijeron que tenía que recibir a un invitado durante la noche.

Llegó en taxi y estaba un poco asustado, Wei Ying observó en todas las direcciones ignorando a Jin ZiXun quien al pensar que lo habían ignorado frunció el ceño.

—¿Sucede algo? — preguntó Jin ZiXuan al ver que lo le prestaba atención ni respondía a sus preguntas.

—No es nada... — sonrió para ir a la gran mesa donde fue felizmente bienvenido, pero Wei Ying retrocedió un par de pasos de la gran mesa y nadie sabia porque.

Todos lo miraban de manera curiosa, pero el tuvo que sentarse lo más alejado posible, recibió por primera vez en su vida felicitaciones y palabras de admiración y aliento, él sonreía sin saber que había hecho realmente, en su mente no era la gran cosa.

A la hora de la comida todo fue divertido y al finalizar pidió prestado el baño. Y sí; había tenido movimientos erráticos durante toda la cena dignas de un loco, pero ellos entendían que había una razón.

El levantaba la vista y fruncía el ceño, lo notaron pero nadie dijo nada.

Incluso así todo salió bien. Jin GuangYao lo siguió entrando también al baño con la intensión de vigilarlo, se estaba lavando las manos cuando de repente.

—¡Cállense! — escuchó, Jin GuangShan que estaba pasando también escuchó, tenía curiosidad de saber con quién hablaba, pero para eso no podía interrumpir la conversación que tenía quien sabe con quién.

—Me duele la cabeza ¿podrían ir al punto ya? ¿Quién? ¿Por qué? ¿Quién hace todas esas cosas por dinero?

Wei Ying gritaba.

Tanto padre como hijo escucharon aquella conversación atentamente.

—Están mintiendo... — ¿hablaba con más de una persona? Wei Ying salió corriendo para chocar con Jin GuangShan.

—Te he estado escuchando... ¿puedo preguntar con quién estabas hablando?

—Lo lamento, no puedo decírselo tengo que irme, se lo diré después.

Como que fuera perseguido por alguien fue a buscar al chofer para que pudiera sacarlo de allí. Vio a Wei Ying que se cayó en la entrada pegando el rostro en el césped.

—¿¡Que estás haciendo!? — gritó a la nada, pero después se sorprendió, se puso de pie lentamente.

—¿Esta bien? — el chofer le ayudó a ponerse de pie.

—¿Puede llamarme un taxi? — se puso rígido al escuchar algo así.

—¿Sucedió algo? — se atrevió a preguntar.

—¡Ya! ¿podría hablar una a la vez? no entiendo nada. — Wei Ying se miraba irritado. Movió las manos intentando quitar algo que nadie podia ver.

—Pide un taxi...

—¿Qué de malo tiene el auto? — Jin GuangShan apareció por la puerta.

—Me dijeron que alguien le cortó los frenos. — Tanto Jin GuangShan como su chofer se quedaron helados, Jin GuangShan se acercó para revisar el auto y en efecto; alguien había cortado los frenos.

—¿Quién te lo dijo? — preguntó Jin GuangShan.

—Pueda que no me crea pero esta casa está llena de personas que ¡no se callan a pesar de la situación! — volteó a ver a la nada con enojo. — ¿Cuántas generaciones lleva esta casa?

—4...

—Eso explica mucho...

—Tiene una apariencia de... — se detuvo para volver a ver a la nada. — Dice que se llama Wing y anda con ropa antigua. Me dijo que alguien de su familia está armando un complot para destruirlo a usted...

Jin GuangYao frunció el ceño.

—Que lo ha escuchado muchas veces y que el asesinó a su hijo...

—Dímelo, dime quien es...

Wei Ying volvió a fruncir el ceño al mirar a su costado, miró en todas las direcciones y después miraba a Jin GuangShan dudando.

Volteó a ver arriba con nervios.

—No importa... dicen que... — escucharon una sirena fuera de la mansión.

—¡Familia Jin! ¡ustedes tienen a uno de los pacientes mas peligrosos de China, así que exigimos que lo entreguen cuanto antes!

Wei Ying se puso triste, pero le sonrió a Jin GuanShang.

—Señor, gracias por todo, fue una linda velada. — Jin GuanShang tenía ganas de detenerlo cuando esos hombres entraron a la fuerza a someterlo, Jin GuangYao sonrió.

No estaba resistiéndose en lo mas mínimo pero incluso así lo sedaron y le pusieron una camisa de fuerza antes de llevárselo.

Como todo un criminal. 

Nie MingYue despidió a Lan Zhan por haberse llevado al Paciente 404 sin su consentimiento.

Fue un golpe extremadamente duro, primero su padre muere y ahora lo despidieron de su empleo. Sabía que nada bueno podría salir de esto.

Paciente 404Donde viven las historias. Descúbrelo ahora