I

1.3K 229 23
                                    

Lan Zhan no podía dormir.

Tenía 6 años cuando su abuela había caído enferma, recuerda que era increíblemente cariñosa, y también recuerda como solía llamarlo:

''Pequeño A-Zhan''

Ya en cama decaída, ella había muerto y el pensando que volvería se ponía a esperarla y a preguntar por ella sin saber que su madre sufría mucho aquella perdida.

No importa ya; su nombre estaba en el gafete que traía puesto, podría ser solo una forma de ese paciente, las coincidencias existían, pero había otra pregunta.

¿Cómo sabia de lo de su madre? Estuvo durante años pensando que su muerte había sido su culpa. Tenía 7 años cuando andaba paseando en el parque él y su hermano.

Quizás fue solo una emoción pasajera que quedó fascinado por conejos que un mago utilizaba para sus trucos de magia.

Dejó que cargara uno cuya piel era tan blanca como la nieve, el conejo al principio era dócil, pero después comenzó a portarse de manera inquieta.

Zafándose de él y saliendo disparado corriendo tan rápido como sus piernas le permitían.

Sabia que su madre lo miraba a larga distancia, pero jamás pensó que al perseguir al conejo se perdería de su vista entre tanta gente.

Ahora sabía que jamás podría alcanzarlo, mejor le hubiera dicho al mago que el conejo había salido corriendo y si había alguna manera de pagarlo o de detenerlo.

Pero en esos momentos lo persiguió, al comienzo no lo perdió de vista, podía verlo correr pero al final se perdió. Cuando lo notó estaba perdido.

No sabía cuántas calles había corrido y comenzó a intentar regresar. ¿Qué tan difícil era encontrar a un niño? No importa, supo que pasó mucho tiempo y que su madre comenzó a preguntar como loca adonde estaba.

Se subió de nuevo a su auto con la esperanza de que si alguien se lo había llevado podría mirarlo, estaba tan desorientada que no observó en una pasada que el semáforo estaba en rojo. Al menos eso le contaron.

Ella estaba atrapada mientras que su hermano quedó gravemente herido pero vivo.

Si el no hubiera perseguido a ese estúpido conejo eso no hubiera sucedido, y se culpó durante años. ¿acaso había algo después de la muerte? ¿una de las 2 lo mira en algún lado? Porque solo así podría explicar que saben que se atormenta por eso.

¡No! No podía estar perdiendo la cabeza, esa tenia que ser solo una coincidencia.

No puede explicarlo, pero ha estado dando vueltas en su cabeza durante todo este tiempo sin llegar a nada.

Se puso de pie para tomar un vaso con agua, si continuaba con eso quizás no volvería a dormir en paz sabiendo que su abuela lo mira de algún modo.

Eran las 5 de la mañana cuando su hermano llamó.

—Tengo que decir algo importante. — Su tono era preocupado. Lan Zhan se quedó estático, temía que algo malo haya sucedido.

—¿Le pasó algo a papá?

No... — fue la respuesta. — mi prometido desapareció.

—¿Estas seguro que no anda por allí?

—El siempre me dice adonde va, y además; lo ultimo que me dijo es que iba con su hermana y su esposo a algún lugar. Y no han aparecido ninguno de los 3, no pueden comenzar la búsqueda sin haber pasado 48 horas.

—Todo va a estar bien...

—¿Y si algo le pasó?

—Tienes que estar tranquilo. Veras que todo está bien.

Paciente 404Donde viven las historias. Descúbrelo ahora