#09; Aceptación?

174 13 4
                                    

La noche era oscura y silenciosa, los buhos y murciélagos eran el único sonido posible de distinguir en el castillo, Dark Enchantress no había salido de sus aposentos en días y Pomegranate estaba siempre al pendiente de sus órdenes... Pero no había tal cosa, parecía solo haberse aislado de todos y cada uno decidió aprovechar el tiempo a su manera... O al menos algunos, lo intentaron.

Licorice estaba en su recamara, practicaba su magia, sus hechizos incluso pociones pero su magia parecía ser débil y torpe, nisiquiera lograba hacer levitar algún objeto y todo por tener la mente en otra cosa... O en otra persona; las últimas semanas, aquel príncipe exiliado había estado viviendo todo el tiempo en su mente incluso en sus sueños, Licorice solía tener sueños de su pasado, sus traumas, pesadillas horribles que hacían que se despertara asustado, sudando frío y lleno de impotencia... Ahora, la voz del chico de cabellos azabache lo tranquilizaba en sus sueños, lo abrazaba, estaba con el y se sentía tan real, tan tranquilo... Una paz que nunca creyó sentir y odiaba aquello.

No hay lugar para el amor en la vida ni el en corazón de un oscuro hechicero, que un ser lleno de maldad y desdicha; pensaba Licorice para si mismo, trataba de sacar la imagen del monarca de su cabeza, trataba de olvidar su estúpida y radiante sonrisa... Pero no podía, vivía en su mente todo el tiempo, parecía que ya no podía pensar en algo más que no fuera en aquel príncipe, sus facciones faciales, su piel oscura, su peculiar voz y sus penetrantes pero dulces ojos rubí y aquello estaba llenando de ira al hechicero ¿A qué se debían esos pensamientos? Tenía la respuesta, sabía la respuesta... Pero no pensaba admitirlo, no pensaba aceptar que Licorice cookie, seguidor fiel de Dark Enchantress y maestro de las artes oscuras tuviera esos blandos y estúpidos sentimientos por un simple príncipe sin rumbo fijo.

Y ese era el problema... Quería olvidarlo, quería desechar sus sentimientos y hacer como si nunca lo hubiera conocido porque aunque Dark Choco se empeñaba en decir que pertenecía a la oscuridad, todos sabían que no era cierto... El no pertenecía allí, eventualmente el se iría de alguna u otra forma y Licorice sabía mejor que nadie que llegaba a estar la posibilidad de que incluso arreglara las cosas con su padre, que regresara a las refinadas charlas, ceremonias y bailes elegantes, realeza y gente de la alta sociedad... Y para cuando la corona de picos sea posada sobre la cabeza de Dark Choco iniciando así su legado como rey, Licorice aún estaría en ese oscuro agujero huyendo de gente que intenta acabar con ellos, peleando y entre malos tratos, tenía muy claro aquello... Y por eso, quería olvidarlo.

Pero Licorice no era el único con aquellos sentimientos, nuestro amado monarca sentía lo mismo, el recuerdo de su pasado y sus errores ya no lo perseguían, ahora el hechicero lo acompañaba en sus sueños calmando su ansiedad con su voz única y peculiar, acariciando su cabello, haciéndole saber que estaba a salvó y así lo sentía, se sentía a salvo, seguro como un oso en su cueva cuando tenía aquellos sueños, ya no podía concentrarse si Licorice estaba en la misma sala con el... Toda su atención y su mente se centraban en él, no le importaba su peculiar y extraña apariencia, para Dark Choco aquel mago era realmente hermoso y había algo en su carácter, en su forma de ser que lo atraía aún más y a diferencia de Licorice, Dark Choco no luchó contra sus sentimientos... Sabía que amaba a Licorice y lo aceptaba, ahora sus libretas estaban llenas de dibujos y poemas para el hechicero, su tocadiscos reproducía románticas canciones de amor que le hacían pensar en el peculiar mago, algo que muchos considerarían "cursi" al ver la apariencia y el carácter de aquel príncipe sin saber que realmente era alguien blando y bueno con mucho amor para dar... Mucho amor por demostrar a Licorice.

Pero si algo tenían en mente ambos, era que no podían simplemente declararse... Sería demaciado arriesgado y una completa humillación e incomodidad si el otro no sentía lo mismo, así que Dark Choco tomó la iniciativa y se dispuso a averigüar si Licorice sentía lo mismo... Y el momento perfecto llegó.

Oscura promesa... ||Cookie run•Darklico||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora