Me encuentro sentada en el sofá viendo televisión mientras como papitas, resulta que no tengo absolutamente nada que hacer hasta las cinco, que es cuando la fiesta de Carlos inicia.
–Aún no le he dicho a Kendall –susurro para mi.
¿Será una buena idea invitarlo?
No lo sé, lo único que tengo claro, es que no quiero estar a solas con Carlos, y si llevo al rubio, puede ser una buena excusa.
–A-además ya le había mencionado la fiesta antes.
Me pongo de pie y subo las escaleras a toda prisa hacia el cuarto de Kendall. Lo invitaré una vez más...y espero que vaya, porque de otra manera no sé qué demonios haré con Carlos.
–Vale –susurro y tomo aire antes de tocar la puerta –Solo es una re-invitación, es todo.
Escucho la voz de Kendall a través de la puerta, así que pego el oído a la madera y me límito a escuchar. Y si, sé que no está nada bien, pero me ha ganado la curiosidad.
–Si, y-ya te lo dije, Melanie...eh...ca-cariño.
Ugh.
–T-te quiero –suspira.
–Bien –me separo de la puerta y sigo a mi habitación –Dijiste que no la querías.
Mentiroso de mierda.
De verdad me hubiese gustado mantenerlo como antes. Ser su amiga no era malo.
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Pequeños Secretos.{En edición}
Novela Juvenil"-¿Qué se siente estar enamorado, Abby Blake?- susurra Kendall del otro lado de la línea Sonrío tímidamente mientras miro un punto fijo en la pared y tomo aire. -Cuando estás enamorado, sientes que jamás estarás solo de nuevo -suelto al fin...