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Alex tenía a la pequeña Rachel sentada entre sus piernas, los demás cachorros le estaban rodeando, dibujando sobre hojas de papel.

-Bien, entonces si mezclamos el color amarillo con el azul se vuelve verde, ¿Si viste? -. Estaban pintando con sus pequeños dedos, la pintura no era toxica para ellos, pero de todas formas miraba que no se fueran a meter los dedos en la boca.

Rachel solo miraba curiosa a los demás cachorros, nunca había estado rodeado de tantos, y le daba un poco de miedo hacerlo, pero eso no se separaba de él.

De vez en cuando Alex acariciaba a la pequeña para hacerle saber que no se había olvidado de ella, sonreía cuando la escuchaba ronronear ante sus toques tranquilos.

- ¡Maestro Albon, mire! -. La pequeña Angie de cinco años le mostró orgullosa su dibujo, los había puesto a dibujar frutas y ella había dibujado unas uvas.

- ¡Oh que lindo Angi, se ven deliciosas! -. Alex sonrió cuando vio el pecho de la pequeña hincharse con más orgullo.

Miró al pequeño Ángel, quien estaba mirando su dibujo con una expresión insegura, sonrió ante eso, Angie y Ángel eran hermanos gemelos, pero muy diferentes entre sí, mientras una era más confiada y decidida, el otro era muy tímido e inseguro.

-Ángel, ¿Me muestras tu dibujo? -. Preguntó y vio como el pequeño dio un salto en su puesto, lo miró y después a su dibujo, al final terminó mostrándolo. - ¡Es tan bonito, es una deliciosa piña!

Ángel se sonrojó y le sonrió, estaba más alegre y miraba su dibujo más orgulloso. Los demás cachorros también le mostraron sus dibujos y al final cuando todos terminaron de hacer sus dibujos los puso en un mural, así todos podían verlos.

- ¡Es hora de la merienda y una siesta! -. Eso era algo adorado por los pequeños, quienes se fueron corriendo hasta donde estaba el baño para lavarse las manos.

Alex puso a la pequeña Rachel en su pecho, tenía una cangurera para cachorros así que se le hacía más fácil hacerlo. Ella solo tenía su chupetón en la boca y miraba como ayudaba a limpiar a los demás.

Después fueron por sus lonches y se sentaron a comer, Albon calentó un poco el biberón de Rachel para dárselo, ella lo recibió gustosa, como si estuviera acostumbrada a ello. Era algo raro, pero supuso que ya le habían enseñado para poder venir a la guardería y que comiera sin mucho inconveniente. Al terminar de comer, varios cachorros estaban dormitando, los acomodó en sus camas y los arropó

Luca siempre era el último en dormirse, pero después de un pequeño cuento como siempre lo hacía. Alex tuvo que acostarse con Rachel en una cama, al parecer ella no quería apartarse de él y no tuvo más remedio.

-Al fin se durmió-. Susurró viendo a la pequeña dormir tranquila justo a los demás cachorros, el aire acondicionado mantenía un ambiente fresco y no se preocupaba por el calor que podrían tener.

- ¿La nueva te ha dado problemas? -. Alex miró hacia la puerta del salón, allí estaba Sergio, era el omega encargado de la guardería.

-Hum, no, estuvo tranquila todo el día, no ha llorado casi nada-. Murmuró cuando se acercó al mayor, era mejor hablar lejos de los pequeños así no los molestaría.

-Tendrás algo para hacer que los cachorros te amen a la primera, George dijo que no le gustaban muchos los extraños y por eso podría dar problemas-. Sergio era alguien mayor, bastante, le gustaban mucho los cachorros también, por eso había fundado el lugar.

𝗕𝗲 𝗠𝘆 𝗠𝗼𝗺𝗺𝘆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora