Festival del medio otoño (1/2)

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Debí prepararme adecuadamente y permanecer intacto hasta la hora acordada; desde mí palacio, pude observar el mundo de los mortales que brillaba intensamente. Me atrevo a decir que relucía mucho más que el mismo reino celestial.

Desde el incidente de ayer no volví a cruzarme con los otros oficiales. ¿Cómo podría? Realmente ellos no me tuvieron en cuenta, era obvio el no dar la cara después de eso. Ni siquiera ese idiota.

Miré el cielo nocturno, y la luna inmensa que parecía tan cercana, deslumbró en el cielo como un farol. Los caminos hacia la capital estaban cubiertos de luces, tal como las estrellas esta noche. Tan solo faltaba compañía.

Apreté el puño, pero luego mantuve la calma. —Si estoy solo, será porque debía —pensé.

El estar en mí palacio solo agravó el agobio, entonces, antes del banquete, caminé por ahí acompañado de la luna. "Disfrutando" del festival a mí manera; respiré hondo y un sabor amargo inundó mí garganta. No me sentí bien.

Cerré los ojos para despejar mí mente de pensamientos nostálgicos, y en cuanto planeaba abrirlos con desgano, unos brazos se contrajeron abrazándome por la espalda provocando escalofríos.

No me percaté de su presencia.

—Discúlpame... —dijo susurrando.

Abrí los ojos pero mantuve la vista en el cielo. ¿Disculparte? Después de todo no es tan grave. Aunque admito que no fué lindo confirmar lo malo de mí.

—No deberías disculparte —hice una pausa, y luego, con nostalgia, continúe —...Ya lo sabía.

—Estuvo mal, pero fué porque quería darte una sorpresa —dijo susurrando en mí oído —No es una excusa, lo digo enserio. Si me permites, querría acompañarte al festival del medio otoño y mostrarte algo.

Idiota...

—¿Por qué tienes que ser tan meloso? —dije con el tono molesto, mientras me cruzaba de brazos mirando hacia un lado. —Ya no será sorpresa.

El se rió entre dientes y besó mí cuello despacio. Y, con un poco de audacia en sus manos, acarició.

—¿Eso es un sí?.

Lo miré de reojo y asentí avergonzado. De verdad quería que lo dijera...Te daré con el gusto por hoy.

Caminamos juntos por las calles del reino celestial, y convivimos ese poco tiempo solos. Feng Xin me abrazaba y me besaba la mayor parte del tiempo y, por mí parte, no quería rechazarlo ya que me gustaba su trato conmigo, pero cuando empezaba a ser muy meloso... Me apartaba, o trataba de mantener una distancia.
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Ya era hora del banquete y ambos nos dirigimos hacia el lugar acordado. Todos los años se realizaba al aire libre, bajo la luz de la luna admirando el paisaje del reino de los mortales.

¿Quién no querría estar allí para presenciar el apoyo de sus seguidores en "La batalla de los faroles"? . De hecho, este era el platillo principal de la fiesta, en el cual, contaban las linternas ascendentes de diversos palacios. Todos esperaban con ansias estar entre los diez mejores, de los cuales seguramente estaría: el Gran palacio marcial puntero, los tres tumores, el palacio del señor del viento, y el palacio de XianLe como fué el año pasado;desde que ascendimos junto con Feng Xin, competimos en el banquete saliendo siempre con los mismos resultados. Sin embargo, el año pasado, le gané por una linterna de diferencia.

Sonreí al recordarlo. Una dulce victoria, aunque no estuviera en primer lugar.

Algo que casi nadie esperaba, o solo los chismosos, fué el juego de "Pasando la flor palillo de tambor"  el que consistía en pasar una copa de vino, sin repetir a la persona, hasta que se detuviera el trueno. Entonces, quien quiera que obtenga la copa, es elegido para divertirse. Es como una obra de teatro, dirigida por el escrito de alguien quién inventa o modifica historias del participante en cuestión; ví tantas historias creadas por los humanos sobre mí, que prácticamente no me sorprendería si llegara a parar la copa en mí mano. Pero eso no quiere decir que mí disgusto por el juego, sea irrelevante.

Todos nos reunimos, y entre personas, vi caras que no trajeron sentimientos buenos. Pero, luego miré a un lado y esta vez no estaba solo. Definitivamente esto no tiene precio; Feng Xin, antes de llegar, me tomó de la mano y se disculpó miles de veces diciendo prácticamente lo mismo, "Estuvo mal, pero fué porque quería darte una sorpresa" , fué tanto que ya casi me generaba gracia. Pese a eso, no podría reírme, porque el estaba siendo tierno, y lo dijo preocupado. No quería arruinarlo. Aunque debo admitir, que la curiosidad me estaba matando. ¿Qué tanto oculta?.

🍁Festival del Medio Otoño🍁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora