Capítulo 4. Gala.

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-Bueno aquí están tus resultados Sam pero hay algo que me preocupa.- Estaba tan concentrada mirando los datos que me arrojaba la computadora que no note la preocupación en el rostro de Sam, hasta que escuché el pánico en su voz. -Es Reign ¿Verdad?- Rápidamente me levanté de mi silla y me acerqué a ella mientras negaba furiosamente con la cabeza.

-No Sam ¡NO!, ella no ha regresado, tus células no muestran rastros de metamorfosis cómo la vez anterior. Lo que me preocupa es que últimamente estás absorbiendo más rápido la radiación solar.-

-¿Qué significa eso Lena? Voy a morir o...-

-No Sam, no vas a morir, jamás permitiría que pasará eso, lo que sucede es que tú, amiga mía, eres más poderosa que antes, eso es todo. Pero, temo que tendrás que entrenar nuevamente para que no destruyas algo.-

-¡Oh!, ¿Es por eso que la Kryptonita de la DEO no me hizo nada cuando ataque a Kara?- preguntó Sam un poco más calmada, pero aun podía ver sus bordes de ansiedad, así que intenté tranquilizarla.

-Sí así es, y por lo que me dijiste de tu enfrentamiento sé con certeza que eres aún más fuerte que Supergirl, ya que tú cuerpo fue modificado por esas brujas Kryptonianas, pero eso no quiere decir que no te afecte la Kriptonita, solo que ahora se necesita una sustancia más concentrada, es decir la radiación de la DEO es del 75 o 85%, así que para que te afecte la radiación debe de estar al 90 o 100%.-

-Ya veo.-

Mi corazón se apretó en mi pecho al ver la mueca de tristeza que puso Sam y no pude evitar preguntar qué era lo que le preocupaba. -¿Sam, qué pasa?-

-Tengo miedo Lena, hace unos días estuve apunto de freír el rostro de Kara con mi visión de calor y temo que un día pierda la cordura y terminé dañando a alguien, desde hace días me noto distinta; más impulsiva, más violenta y tengo miedo de ser peligrosa para ti o Ruby.-

-Sam, sabes que tú miedo es infundado ¿Verdad? Tú jamás me has dañado y mucho menos a Ruby.- Podía ver el miedo en los ojos de Sam y antes de que pudiera decir algo para consolarla, me pidió algo impensable, mientras tomaba mis manos entre las suyas y me miraba con esperanza y dolor.

-Lee, no hay nadie en quien confíe más que en ti, tú eres mi única familia aparte de Ruby y es por eso que no temo en dejar mi vida en tus manos... es por eso que te ruego que crees algo que pueda detenerme en caso de que yo pierda la cordura.- Sam apretó el agarré de mis manos cuando intenté alejarme mientras negaba con la cabeza al escucharla.

-No Sam, es muy peligroso, además yo no quiero dañarte. Tú...-

-Lee, cariño, por favor mírame, tú eres la única que puede cuidar de Ruby si algo malo me pasa. Ya lo has hecho anteriormente y se que podrás hacerlo de nuevo. Solo quiero que inventes algo que sea capaz de someterme, ya sea un sol rojo o más Kryptonita.-

-Pero Sam, ¿qué pasa si falló?- pregunte en un susurró presa del pánico. Yo no quería fabricar ningún arma que pudiera dañar a ningún Kryptoniano, no cuando mi corazón le pertenecía a uno.

-Lena, eres la mujer más inteligente del mundo, se que pensarás en algo. Confío plenamente en ti.- La confianza que me transmitía Sam me dolía, su mirada llena de esperanza y anhelo me hacían pensar en ella y aunque no lo deseaba, no pude evitar compararlas. Agité un poco mi cabeza y terminé aceptando la petición de Sam, ella era mi amiga y la adoraba, así que haría cualquier cosa para evitar perderla. -Está bien Sam, pero solo lo implementaremos una vez que estemos 100% seguras que no te dañará.-

Sam suspiró aliviada ante las palabras de Lena y sonrió de forma amplia mostrando sus dientes blancos. -Gracias Lena, no sé qué haría sin ti. Gracias a ti pude sobrevivir cuando Reign se apoderó de mi cuerpo y ahora se que sin importar lo que pase siempre podré confiar en ti cariño, no sabes cuánto te amo Lee.- Sam me tomó entre sus brazos y me brindó de una sensación de calidez y calma que sustituyó cualquier pensamiento negativo que tenía sobre la idea de lastimarla.

Todo fue un sueño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora