Capítulo IV

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-¿Para poder protegerlo? -aprieta los puños de la colera- es encerio sabes lo que el paso después de tu muerte -lo agarra de la camisa y lo baja a su altura- si lo vuelves a lastimar nuevamente a el o a Ango -le da una cachetada- esta vez si me encargaré de matarte.

El omega se retiro con un humor de los mil diablos, mientras que el alfa solo se sorprendió al escuchar las palabras del omega  , solo sacudio la cabeza y se fue a donde su superior se encontraba iba pensativo, cuando llego se disculpó por haber tardado, por suerte la cachetada no se veia mucho.

-¿Que paso con Nakahara? -pregunta el rubio una vez que el otro ya había llegado- es algo extraño que estuviera tan enojado.

-No paso nada.

Ambos siguieron con la misión,después de completarla ambos se fueron para la agencia, el dia paso llegó la tarde y el rubio tenía que comprar la cena ya que se lo prometió a su omega.

-Veamos esto es lo que voy a llevar a casa solo tendre que ir al supermercado.

-Oh kunikida san -dijo un omega albino- ¿que tal le fue al miembro nuevo?

-¿Que tal si se lo preguntas directamente? Ya que estoy con algo de prisa le prometí a Dazai que llevaria la cena para los tres asi que ya me retiro.

Y con eso salio rápido de la agencia el albino solo nego con la cabeza después de escuchar las palabras de su superior ya que sabia que el rubio era capaz de hacer cualquier cosa para que Dazai estuviera bien.

Se dirige para la oficina y ve que el pelirrojo aún está terminando su papeleo de hoy se acerca a el y le sonrie.

-¿Y que tal el primer día de trabajo?

-Un poco difícil -le respondió- es algo parecido a lo que hacía en mi anterior trabajo.

-Oh ya tal vez mañana pueda conocer al resto de la agencia siempre nos reunimos en la cafetería en por las mañanas, tal vez Dazai-san venga a trabajar mañana.

El pelirrojo se sonrojo levemente al recordar a quien habia sido su pareja años atrás solo sacudió la cabeza.

-Ya veo -se levanto de su asiento- trataré de estar ahí mañana

El albino estaba algo emocionado por eso bueno si estaba nervioso todavía el también tenia que instruir al pelirrojo para que pudiera saber como funcionan las cosas en la agencia.

En la casa del kunizai

-Mamá has estado pensativo toda la tarde ¿estás bien? -preocupada.

-No mi niña estoy bien solo es que últimamente ando un poco cansado nada más  -le revuelve el cabello- no te preocupes ¿si? Estoy bien.

La pequeña sabia que algo le sucedia a su madre pero algo era seguro el le contaría en su debido momento lo que le estaba atormentando.

-Me alegra que hayas dejado de llorar por las noches -alegre- eso es gracias a papá doppo -sonrie- fue buena idea vivir los 3 juntos.

El castaño solo nego con la cabeza y le beso la frente a su hija sonriendole.

-Bueno es hora de bañarte -se levanta del sofá y carga a su hija- esta vez sin quejarte y si te quedas quieta te preparare curry para que comas mañana en el desayuno ¿vale?

La pelirroja solo suspiro sabia que eso un chantaje por parte de su madre asi que se quedo quieta y de dejo bañar, después de bañarla y cambiarla, ella se durmio en la cama que su madre dormia y el castaño aprovechó a ducharse también, después de que se ducho y se cambio bueno también le dio sueño decidio acostarse al lado de su hija y no se dieron cuenta de cuando el rubio llegó.

¿Me mentistes?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora