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Por primera vez en meses Obito se convenció de que no se convertiría en un acosador. Tal vez sus sueños decían lo contrario, pero él no se escondería detrás de los arbustos para ver a Kakashi hablar con tumbas por horas o en cual otro sitio.

Y con esa decisión en mente miró hacia sus compañeros de equipo suspirando. No se llevaban mal pero tampoco se podría decir que se llevaran exactamente bien. Durante las vigilancias y misiones todos se concentraban en cumplir con su deber, pero cuando no, la personalidad de Obito chocaba con la relajada y sarcástica de Genma y la excéntrica e interminable energía de Gai. En cuanto a Ebisu, él está a bien hasta que se ponía del lado de sus compañeros y ponía de los nervios a Obito.

Miró hacia arriba apreciando el poco cielo que podía divisar por las copas de los árboles. Ya no podía esperar para llegar a casa, tomar un baño y luego dormir hasta que fuera la hora de cenar. Estarían llegando justo después del mediodía a la aldea, se encontraban cerca y con suerte podrían dar el informe de misión sin mucha demora.

—Nos desviamos del camino— dijo Ebisu haciendo que dejara de mirar al cielo y los viera a ellos con el ceño fruncido.

—¿Desde cuándo?— preguntó mirando a su alrededor y reconociendo que estabas encaminándose hacia el lado sur de la aldea y no las puertas principales.

Hace varios kilómetros atrás habían estado discutiendo por algo que ya no recordaba porque se desvió a varios temas y cuando pararon habían continuado caminando en grupo pero manteniendo una mínima distancia.
Había un escuadrón en esa zona patrullando y si no se equivocaba Shisui estaba entre los integrantes. Se sonrojó ya sintiendo la vergüenza que sufriría si ellos los encontraban por aquí y el mocoso les contara a todos que se perdió.

—Yo estaba leyendo el itinerario que tendremos ésta semana— Ebisu se encogió de hombros guardando una libreta en el bolsillo de su pantalón luego de decir aquello. —Necesitamos más entrenamiento grupal así que voy a coordinar nuestros horarios.

—Yo no soy quién guía a este equipo— resopló Genma cuando las miradas cayeron sobre él y Obito suspiró viendo a Gai.

—Pensé que estábamos admirado el paisaje de nuestros hermosos bosques para reforzar el poder...

—Cállate— lo silencio Obito rodando los ojos.

Su escusa era igual o más estúpida que la de ellos así que se la guardó para sí mismo. A veces se olvidaba que se suponía que era quién lideraba y guiaba, antes de ser nombrado líder Jounin había usado su fuerza y habilidades bajo la guía de Kakashi. No se había esforzado por analizar las situaciones más allá del momento, sus ataques eran aprendidos y había confiado ciegamente en sus instintos y las órdenes de Kakashi sin arrepentirse porque las misiones resultaron en éxito desde que comenzó a trabajar así.

En un principio le costó mucho aceptar las órdenes de Kakashi y cuando por fin ya lo había hecho sin sentir ningún impulso de replicar o pensar antes de actuar se lo colocó en una nueva posición en la que tenía que hacer lo contrario. Así que sí, se distrajo solo siguiendo al equipo Choza sin notar que se desviaron unos buenos par de metros del camino.

—¡No te preocupes Uchiha-san todos cometemos errores, es parte del aprendizaje de la vida!— dijo Gai enérgicamente, casi haciendo que expulsara sus pulmones cuando le dió una palmada en la espalda de forma amistosa. —¡Tu juventud aún está verde...!

—¡Por qué tienes que ser tan denso con eso de la juventud!— se quejó alejándose de Gai para evitar ser sujetado por su brazo. —¡Y ya te sabes mi nombre así que usalo!

Ya se lo habían dicho muchas veces y aún así en algunas ocasiones lo nombraba "Uchiha-san" porque sabía que le molestaba la insinuación de que su nombre sea olvidado. Y si tenía alguna duda lo comprobó por la carcajada que soltó antes de alejarse de él.

¿Recuerdos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora