Capitulo 4

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(Del otro lado...)

Mientras Ilay asistía a clases, en otro lado se encontraba una pareja atareados de trabajo por hacer, de repente uno de ellos se levanta, suspira y camina hacia el gran ventanal que enseña todo Londres, ama la vista que ofrece este edificio o más bien rasca cielo se podría decir, su esposo es amante de las alturas según el mientras más grande mejor.

Mientras mira por el ventanal, de repente y sin darse cuenta empieza a sentir una nostalgia y un anhelo que hace que aparezca un pequeño dolor en el pecho, ha intentado saber por qué siente o se pone de esa manera, ha ido al psicólogo, hecho yoga hasta natación y nada funciona esos sentimientos solo llegan y luego ceban como si nada, lo hacen sentir cansado y deprimido ya no sabe qué hacer, esto que ha sentido a comenzado desde ese día, hace como nueve años.

Sacude su cabeza intentando borrar esos pensamientos e ignorar esos tontos sentimientos que hacen que solo acabe frustrado. Su esposo ha estado observándolo desde que se levantó y tiene una idea de lo que le ocurre, hace ya un tiempo que le sucede lo mismo, ha estado sintiendo ese malestar, pero la diferencia es que él no se lo ha dicho, porque no quiere preocuparlo, su omega ya le ha hablado de lo que siente, ese anhelo y nostalgia, lo raro aquí es que él no siente lo mismo en cambio, el siente enojo y dolor y a un que sean leves, estos sentimientos por así decirlo van y vienen, y no entiende el porque, solo espera en contra la respuesta y si no tener mucha paciencia, no les queda de otra, ya han intentado averiguar a través de un mago o hechicero, pero no ha encontrado nada, no encuentran la razón, hasta pidieron una sesión con el gran mago Drago, pero para su suerte él no está, se ha ido y nadie sabe dónde, tiene demasiadas preguntas pero muy pocas respuestas.

De repente él siente que alguien lo abraza de la cintura, por su olor sabe perfectamente quien es, solo su esposo olería a manzanas y menta, cuando está muy enojado su olor tiende a cambiar y huele a limón, así que sabe perfectamente cuando está enojado, pega su espalda con un fornido y duro pecho de su esposo.

-¿Que sucede amor?-Pregunta, mientras acaricia, la cintura de su preciado omega, llevan casados tantos años que ya intuye, que le sucede en estos momentos, aun así prefiere escucharlo de su propia boca.

-Nada, solo...es ese dolor o sensación en el pecho, no sé por qué lo siento, es como si quisiera encontrar algo o alguien... no lo sé solo olvidémoslo ¿sí?- dijo, se dio la vuelta y coloco su nariz en el cuello de su esposo, él necesitaba tranquilizarse y una de las mejores forma de relajarse era estar en sus brazos, su olor es tan fuerte y embriagador, ese atrayente olor a menta era tan fresco, un soplo de viento de primavera, mientras que el de manzana era lo más dulce que podría oler. Su esposo suspiro y lo miro con amor y cariño, lo amaba tanto que no sabía cómo alguien como su preciando omega podía amarlo a él.

Él un ser tan frío y serio, aun le sorprendía que uno de sus olores fuera manzana dulce, él no sabía que olía a manzanas hasta que lo conoció, desde ahí para su omega uno de sus olores favorito era la manzana dulce. Él era considerado un ser frío, despiadado y sin sentimientos, pero solo eran aquellas etiquetas que se suelen escuchar siempre cuando se habla de un vampiro, cuando en realidad no todos son así, a él por casualidad o coincidencia de la vida o porque la vida así lo quiso... algunas cualidades de esas le toco.

Él suele considerar que es una debilidad mostrar sus sentimientos y emociones a desconocidos que no forman parte de su entorno familiar, por eso es un poco gruñón, serio y frío con demás, pero no debemos olvidar su carácter que de mierda que hasta él lo admite, y lo más impresionantes son sus ojos de un color azul oscuro, tan intensos que cuando lo ves a los ojos pareciera que uno ve a la oscuridad misma, están intensa la mirada que muchos tratan de evitar mirarlo a los ojos.

Vuelvo a Casa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora