Capítulo 18

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Zayn

—¡Decide dónde jodidos va el sofá o voy a terminar arrojándolo por una ventana, Zayn!

El rostro de Liam estaba rojo cuando habló, mirándome como si quisiera golpearme. Él y Harry habían estado moviendo los muebles de la casa para que quedara más cómoda y no tan de revista, ya que la habíamos comprado amueblada. Yo por mi parte me había divertido atormentándolos y haciendo que pasearan los muebles por toda la casa.

Habían pasado apenas un par de días del nacimiento de los bebés y ya teníamos la mayor parte de la casa ordenada, solo faltaba la sala y los sofás. Inclinando mi cabeza a un lado, hice una mueca y fingí pensar un momento mientras veía sus rostros volverse cada vez más rojos, al hacer fuerza para sostener el sofá o tal vez era el enojo hacia mí, quién sabe.

—Allí creo que esta bien —asentí, haciéndoles un gesto para que lo dejaran en el suelo. Una vez lo hicieron hice una mueca —No, saben qué, creo que me gustaba más del otro lado.

—Pues te jodiste, no pienso levantar un mueble más —Harry levanto las manos en señal de alto antes de dejarse caer sobre el sofá —Eres peor que una mujer en sus días.

—Ese fue un comentario muy machista, Hazz —señale, ganándome una mirada fulminante de su parte.

—Lo has estado haciendo por gusto, ¿verdad? —Liam se acerco a mí y me rodeo con sus brazos —Nos has utilizado como tu entretenimiento toda la mañana.

Me encogí de hombros, dedicándole una pequeña sonrisa —¿Qué puedo decir? Me aburro mucho encerrado aquí adentro.

—Estoy seguro de que podemos encontrar formas más divertidas de entretenerte— murmuró en mi oido, besando y mordiendo mi mandíbula.

—¿En serio? —se quejo Harry —No les bastó con los bebes que tienen y aún están de calientes.

—Cállate, tu solo estas celoso porque Louis no te presta atención —le enseñe la lengua, ganándome una segunda mirada fulminante.

—Y si tu sigues así parecerás un conejo en poco tiempo —contraataco —Ya te veo, rodeado de niños jalándote la ropa y lloriqueando.

Harry chillo y salto del sofá cuando los cojines lo atacaron, comenzando a golpearlo por todos lados. Estaba comenzando a tomarle el gusto a ese tipo de truquitos y cada vez me salían mejor y más controlados. Era increíble.

Una vez que el ojiverde había salido huyendo de la habitación, como la pequeña rata pulgosa que era, me giré hacia Liam y rodee su cuello con mis brazos. poniéndome puntas de pie para encontrarme con sus labios a medio camino cuando se inclino. El beso fue suave y tierno, sin ningún apuro real.

Eso fue hasta que el pequeño monitor sobre la mesa ratona comenzó a emitir suaves sonidos de llanto.

—Te toca —murmuré sobre los labios de Liam.

—Yo fui la ultima vez, te toca a ti —se defendió —Además, la última vez fue el biberón y un cambio de pañales, vale por dos.

—Ese método de puntuación no me parece muy justo.

—Tu lo impusiste cuando los bebes lloraron a las tres de la mañana y me enviaste a mi —me recordó —Jódete, ahora ve a atenderlos.

Dejando un rápido beso en sus labios, me giré y corrí escaleras arriba hacia la habitación de los bebes. La misma estaba a un lado de la nuestra, tenia dos grandes ventanas a un lado dando la suficiente luz para hacer brillar las paredes pintadas de un claro tono verde y adornada con ositos. Las dos cunas estaban contra una pared, con el cambiador en el centro y suficientes juguetes a su alrededor como para poner una juguetería. Lobos babosos, habían gastado un dineral en ello.

El Obsequio de Zayn |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora