Epílogo

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Zayn

Cuatro años despues...

—Ian no salpiques.

Mis palabras cayeron en oídos sordos cuando el niño levanto las manos y las bajo con fuerza sobre el agua. Aferrádome al borde de la bañera, tome un profundo respiro llamando a la calma y me estiré por una toalla para poder secar mi rostro. Ian me dio una mirada traviesa, sus grandes ojos ámbar mirándome de esa manera que me decía que iba a hacer algo que no me iba a gustar. Antes de que pudiese detenerlo, el niño arrojo agua nuevamente en mi dirección, se puso de pie y salió disparado del baño.

Gemí bajo, viendo su desnudo trasero desapareciendo de mi vista. Con un suspiro frustrado, tome una toalla cercana y miré a Oliver, quien terminó de enjuagarse el cabello y se puso de pie en espera de que lo envolviera con su toalla.

—Tu hermano va a volverme loco —comenté, envolviéndolo en la tela y llevándolo contra mi pecho.

Oliver se aferró a mi cuello con rapidez, dandome una pequeña sonrisita —No te preocupes, papi, ya crecerá.

Sonreí, apretándolo contra mi y besando sonoramente su mejilla, ganándome una risita divertida mientras se revolvía para poder escapar. Oliver era diez veces más tranquilo que Ian pero a veces también tenia sus momentos, como todo niño de cuatro años. Mi paciencia había llegado a niveles que ni siquiera sabia que existían gracias a los tres, al parecer comenzaba a volverse ilimitada.

—Vamos a buscar a tu hermano y luego a vestirte —dije, saliendo del baño y siguiendo las húmedas pequeñas pisadas por el pasillo hacia las escaleras.

Oliver apoyo su cabeza contra mi hombro mientras bajaba las escaleras y seguía hasta la cocina. Harry estaba de pie en la misma con Kati en un brazo mientras con la mano libre le tapaba los ojos. La pequeña estaba riendo dulcemente, aferrándose al brazo que la sostenia.

Eleve una ceja hacia Harry.

—El pequeño exhibicionista salió al patio trasero —me informó, haciendo un gesto hacia la puerta.

Rodando los ojos, salí por la misma justo a tiempo para ver a Liam volviendo del bosque con Ian colgado de su cuello. No llevaba camiseta, lo que me decía que había estado corriendo por el bosque en su forma de lobo y al parecer se había encontrado con mi fugitivo.

—¿Se te perdió algo? —sonrió al llegar frente a mi.

—¡Papá! —Oliver chilló, lanzándose hacia los brazos de Liam quien lo recibió con facilidad, acunando a ambos contra su pecho.

—¿Volvieron a escaparse del baño? —preguntó, Liam, intentando suprimir una sonrisa.

—Yo no, papá —Oliver sacudió la cabeza fervientemente, ganándose un jalón de cabello de parte de Ian —Auch. ¡Papá!

—¡Chismoso! —se estiró y volvió a jalarle el cabello.

—Ian no... —mis palabras se vieron interrumpidas el nombrado se tiro a atacar a su hermano, enseñándole sus pequeños colmillos. Oliver, para no ser menos, le enseño los suyos y gruño. Miré a Liam, esperando que hiciera algo.

—Niños —gruño, haciendo lo mismo que ellos y logrando que ambos lo miraran expectantes —Detengan eso.

En vez de asustarse, ambos extendieron las manos para tirar de las orejas de Liam y tocar sus colmillos. El timbre hizo eco en la casa, dándome la oportunidad de desaparecer de allí antes de que Liam me pidiera ayuda con los jalones de cabello. Él les enseñaba y luego él los soportaba, eran reglas básicas. Apareciendo en la sala, me dirigí a la puerta, sonriéndole a Stiles y Derek cuando los ví.

El Obsequio de Zayn |Ziam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora