Capítulo 2

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Sarah llego al aeropuerto La Guardia, estaba un poco abrumada por todo lo que paso con sus padres y estar en una ciudad nueva sola no ayudaba. Comenzaba a pensar que todo esto había sido una mala idea, que tal que la secuestraban o le robaban sus cosas, realmente no sabía a donde llegaba ni con quien cuando vio a una chica rubia a lado de una pelirroja que sostenía un cartel que decía Sarah Smith.

—¿Sarah?— preguntaron al unísono cuando se acercó a ellas.

—Si, soy yo.

—Hola— saludo dándole un abrazo la chica pelirroja. —Soy Alice y ella es Sophia.

—Hola, es un gusto.

—Hola, es un placer conocerlas.

Las chicas le ayudaron con sus maletas y tomaron un taxi al departamento que a partir de ese día compartiría con ellas.

Llegaron a un conjunto de departamentos, el edificio era de ladrillos rojo con escaleras de emergencia al frente, el departamento era acogedor, era un poco pequeño pero se sentía como un hogar. Las chicas le mostraron todo, era piso de madera, paredes blancas, puertas negras. Había 3 habitaciones 1 baño, una pequeña sala y cocina.

—Bien tú habitación será la derecha, la mía es la del centro y la de Alice es la de la izquierda, normalmente no prohibimos visitas pero si esperamos que nos avises.

—Tampoco es que nos avises con 2 semanas de anticipación, con un mensaje de "estoy llegando con alguien" es suficiente para que podamos correr a nuestras habitaciones a escondernos.

—No creo traer a nadie, vengo a estudiar.

—Hablando de eso, la estación que mejor te queda seria Canal St te lleva a Astor Pi y de ahí son unas 4 calles.

—Tranquila te podemos acompañar al principio— dijo Alice al ver la cara de confusión de Sarah. —Sabemos que todo esto puede ser muy abrumador, nueva ciudad con gente que realmente no conoces pero tranquila podrás con esto.

Después de explicarle todas las reglas de la casa, fechas de pago, lugares importantes y transporte pidieron algo de comida del local frente su edifico y ayudaron a Sarah a desempacar y acomodar todo.

Después de un día agotador, las 3 se sentaron frente al televisor a cenar. Platicaron un poco de donde venían y como se habían conocido. Después de un rato las tres se fueron a sus habitaciones para poder descansar.

Al día siguiente Sarah se levantó por el aroma a café.

—Buenos días— saludo Alice, ella y Sophia estaban preparando el desayuno.

—Buenos días— Sarah se froto un poco los ojos con la mano.

Sophia le entrego una taza de café.

—Y bien, ¿cuál es el plan para hoy?

—Pues tengo que conseguir un trabajo, para poder pagar todo esto y la universidad, tengo unos ahorros pero pronto necesitare un trabajo asi que prefiero buscar desde ahorita.

—Pues hay una cafetería en la otra calle que necesitan una mesera, se llama Round K, Sol es la dueña y nos conoce podemos ver si puedes entrar ahí.

—Chicas no quiero ser una molestia puedo buscar por mi cuenta.

—No eres una molestia queremos ayudar, la verdad es que hubiera sido lindo que alguien nos hubiera ayudado cuando llegamos aquí, abria sido más fácil.

—Si no te preocupes, además no sabes como moverte en la ciudad, déjanos ayudarte Sarah— Alice tomo su mano.

—Sari— les dio una gran sonrisa. —Pueden llamarme Sari.

—Sari— dijeron las dos chicas al unísono.

Después de desayunar las chicas se cambiaron y llevaron a Sarah a la cafetería para hablar con la dueña. Hablaron con Sol y después ordenaron un café en lo que esperaban que Sarah terminara la entrevista que le hacía Sol.

—Mira, no tienes experiencia y la cafetería se llena mucho en ocasiones.

—Lo sé pero soy muy activa y aprendo rápido además— Sarah dudo un poco. —Necesito el empleo.

—Mira, conozco a esas chicas desde hace mucho tiempo, así que por ellas te voy a dar un voto de fe.

—¿En serio? Muchas gracias te juro que no te arrepentirás.

—Necesito que empieces la siguiente semana pero me gustaría que te pases unos días para que veas un poco la dinámica que tenemos ¿de acuerdo?

—Si claro, sin problema.

Sarah comenzó su trabajo en la cafetería y como le dijo a Sol aprendió rápido y era la más activa de las chicas que trabajaban ahí, a veces las chicas pasaban a visitarla, normalmente casi al final de su turno asi regresaban a casa juntas.

Después de un tiempo las chicas se volvieron muy unidas, pasaban todo el tiempo que podían juntas. Hablaban de todo, Sarah les conto lo que había pasado con su familia y ellas le dieron su total apoyo, se tenían mucha confianza pero Sarah se dio cuenta que las chicas no le hablaban de su trabajo, sabía que trabajaban juntas en un club nocturno pero era lo único que le decían, aunque le parecía raro decidió respetar su decisión y no preguntar más.

Cuando empezaron las clases, Sarah era la más feliz. Hablo con Sol y ella lo acepto sin ningún problema ya que era la mejor empleada que jamás había tenido. Al principio fue complicado para ella pero con el apoyo de las chicas y de Sol rápido se adaptó a la vida universitaria.

Todo iba bien para Sarah que a pesar de que tuvo que sacar prestamos universitarios no se mortificaba porque sabía que cuando se diera su gran salto a la fama podría fácilmente pagarlos.

Asi pasaron 4 años, Sarah obtuvo pequeños papeles que podría decirse que fueron insignificantes pero ella no perdía la esperanza, ella siempre fue una chica optimista. Sabía que pronto la descubrirían, pronto tendría esa oportunidad para demostrarles a todos quien era Sarah Smith.

Había compañeros que no llegaron a terminar, sucumbieron ante la presión y dejaron la universidad. Ella era de las pocas personas que llegaron al final. Cuando la graduación se acercaba cada vez más, Sarah iba perdiendo un poco la esperanza. La mayoría de sus compañeros ya tenían ofertas de trabajo y ella seguía haciendo castings.

Sarah esperaba y esperaba pero nunca pasaba del segundo llamado se preguntaba que estaba mal, se preguntaba si su padre realmente tenía razón y no era lo suficientemente atractiva para este mundo. Se preguntaba sino era lo suficientemente talentosa. Se preguntaba si no era suficiente.

 Se preguntaba si no era suficiente

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