Capítulo 15

21 7 0
                                    

Eddie llegó a su apartamento y se sirvió un vaso de whisky, el cual se tomó de un trago.

Y así siguió sirviendo uno tras otro, solo repitiendo la cara de Sarah cuando se dio cuenta de quién era Eddie y cuando le pidió que se fuera.

«Si tan solo le hubiera hecho caso a Steve» se repetía en su mente.

En un momento apretó tanto el vaso que tenía en su mano que lo hizo trizas.

Al ver que empezaba a salir sangre de una cortada en su palma se puso de pie y tomó un trapo de la cocina y envolvió su mano para después irse a dormir.

Al día siguiente despertó algo mareado, en parte por el whiskey todavía en su sistema y en parte por la sangre que había perdido en la noche, cuando vio el trapo completamente rojo sabía que no podía seguir así.

Tomó su celular y mandó un mensaje antes de pararse a vestirse.

Eddie

Necesito que vengas por mí.

07:08 am

URGENTE

07:08 am

Steve

¿Dónde estás?

07:11 am

Eddie

Casa

07:12 am

Eddie se cambió de ropa y se sentó en el sofá a fumar un cigarro en lo que esperaba a su amigo.

Estando a punto de quedarse dormido, escucho que tocaban su puerta. Como pudo se paró y tomó su chaqueta antes de salir.

—¿Estás bien?— preguntó Steve viendo lo desalineado que estaba Eddie. —¿Y qué demonios te pasó en la mano?— casi gritó alarmado al ver el trapo ensangrentado.

—Te voy a contar todo pero llévame al hospital antes.

Steve, con cuidado, puso el brazo de Eddie en su hombro y lo tomó de la cintura para sostener su peso y poder llevarlo al auto.

—¡Dios! hueles a cantina.

—Perdón.

—Está bien, vamos.

Reclino el asiento del copiloto y acostó a Eddie, todo el camino al hospital fue en silencio.

Después de 3 horas, Eddie salió de urgencias con la mano vendada.

—Toma, te compre un café— Steve le dio el vaso cuando su amigo se acercó al auto aparcado.

—Gracias— dijo Eddie dando un sorbo al vaso. —Está frío.

—Si, no sabia cuanto te ibas a tardar, lo compré después de que te ingresaron.

—Me pusieron suero y querían monitorear un rato, por la pérdida de sangre.

—¿Me vas a decir que paso?

—Se me rompió un vaso.

—¿Un vaso con agua?

—Bien sabes que no era agua— contestó dando otro sorbo al café.

—Vamos Eddie, dime que paso.

Eddie suspiro, abrió el auto y se sentó del lado del copiloto. Steve que estaba recargado en el auto se giró hacia su amigo esperando que dijera algo.

A través del espejoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora