- ¿Qué hay de sus sobrenombres? - preguntó Zaira.
El grupo aún seguía en el aire. Habían pasado un par de horas y faltaba poco para que pudieran llegar a Canadá. Aun así, los temas de conversación fluían como el agua de un río.
-El mío creo que ya saben un poco por qué. Siempre hablaba de Sisa y mis hermanos comenzaron a decir que les hubiera gustado conocer a la otra mitad de la que siempre hablaba- dijo Sophie.
-En mi caso comenzó como una burla entre los soldados. Tenía un nombre en el registro, pero ellos siempre se dirigían a mí burlándose de mi cabello. Al final, a Akiro y Sophie les interesó como se decía en mi idioma y comenzaron a llamarme así- explicó Abraham.
-Es muy interesante, pensé que solo era por el color de tu cabello- dijo Thiago.
-Del mío mejor ni hablar- dijo Akiro provocando que Sophie riera y le diera un codazo.
-Este idiota nos ha puesto en situaciones extremas y cuando le preguntamos por qué lo hacía siempre decía que seguía su instinto- dijo la francesa señalando al japonés.
- ¡Ha funcionado la mayoría de las veces! - dijo Akiro.
-Si, pero eso no quita el hecho que casi morimos varias veces por tu culpa- dijo Abraham.
-Dejen de discutir chicos- dijo Ava con un tono calmado.
- ¿Qué hay de ustedes? - preguntó Aylara. Ava sonrió de lado, casi como si le doliera lo que la mexicana acabara de preguntar.
-Nací en una familia de comunes. Mis hermanos mayores eran muy similares a mis padres, pero yo nací con ojos azules. Ninguno de los dos tenía los ojos así. Al inicio mi padre juró que mi madre la había engañado, incluso la llevó a la corte. Pero cuando demostraron que yo era hija de ambos comenzaron a rechazarme. No les interesaba si estaba bien o mal, se llevaban a mis hermanos de vacaciones y yo pasaba días sola en casa. Fue uno de estos días que descubrí mis alteraciones y preferí huir. Apuesto que ni siquiera les ha afectado mi ausencia- dijo Ava con una sonrisa de lado. Por algún motivo, no hablaba con coraje.
-Lamento mucho que hayas pasado por eso- dijo Markian.
-No pasa nada, pasó hace muchos años. A fin de cuentas, no puedes obligar a nadie a querer a nadie. Ahora tengo a una familia asombrosa que hice con el paso del tiempo- dijo Ava al momento que David pasaba un brazo por los hombros de la rubia. Aylara no pudo evitar notar las líneas que el colombiano tenía en los brazos.
-Pues sé que los alterados fueron descubiertos y se sabe que tenemos poderes. Pero viví en un pueblo de Colombia que creía aún que la brujería existe. Antes de desarrollar las habilidades con el fuego pude volar un poco. Creyeron que estaba siendo hechizado y usaron varas de hierro al rojo para supuestamente sacar el demonio que me acechaba. Para cuando pude crear fuego y dejó de afectarme trataron de asesinarme. Descubrí como manipular a uno de los que me cuidaban. Me tomó un poco de tiempo, pero logré escapar- contó David.
Aylara se sintió avergonzada de su sobrenombre por un momento. Los de David y Ava tenían un origen de supervivencia. De experiencias que la mexicana solo podía imaginar. Y el de ella era por que se comportaba como una niña.
-Fénix, es un ave que renace de las cenizas. ¿Verdad? - preguntó Zaira a lo que David asintió.
-Creí que era algo adecuado- dijo David de manera irónica.
-Suena muy interesante eso de los sobrenombres. ¿Por qué Giselle y yo aún no tenemos uno? - preguntó James.
-Bueno, no habíamos pensado en que lo necesitaran. A fin de cuentas, Sonia Campbell y Hope conocen sus nombres- dijo Markian.
ESTÁS LEYENDO
Radiación: En la búsqueda del Guardián
Science FictionEl grupo pudo escapar de esa isla pero a un costo que no podrán pagar jamás. Ahora deben seguir mientras los chicos rescatados se adaptan y sin alguien que los guíe. La desconfianza en el grupo es presente pero deben cumplir su palabra y seguir adel...