Thiago se movía mientras acomodaba los platos. Sabía que podría hacerlo con las alteraciones, pero si no podía escuchar ni un solo ruido cuanto estos chocaban, deseaba al menos sentirlos. Su mirada bicolor iba perdida y no miraba a un punto fijo. Lentamente, el zumbido que le impedía escuchar a Thiago fue desapareciendo hasta volver a escuchar el sonido de los platos chocando.
- ¿Reines? ¿Me escuchaste?
Thiago giró hacia Ava quien lo miraba con calma. Le había hablado en alemán y de algún modo, eso le había agradado.
-Perdón Ava, no- dijo Thiago algo avergonzado. Sin embargo, la rubia negó levemente y sonrió con delicadeza. Puso una mano en el hombre del alemán y lo miró con calma.
-Te preguntaba si podrías ir por Aylara para que venga a comer- dijo Ava.
Thiago jaló aire y asintió. Solo para reafirmar, tocó el sobre que mantenía en su bolsillo. Jaló aire pensando en cómo decirle a Aylara la verdad, cómo dejar de sentir ese peso en sus hombros. Caminó hasta la puerta donde Aylara estaba y tocó un par de veces. No obtuvo respuesta así que volvió a dar un par de golpes.
- ¿Aylara? La comida está lista- dijo Thiago. La mexicana no contestaba así que el alemán abrió la puerta con cuidado.
Casi esperaba que Aylara estuviera dormida, pero en cambio la encontró sentada en el piso con la espalda recargada en la cama. En su regazo llevaba el diario de Lora y pequeños sollozos se escuchaban.
-Ay mierda, ¿estás bien? - preguntó Thiago entrando a la habitación mientras cerraba la puerta a su espalda. Caminó hasta donde Aylara estaba y se hincó para contemplar a la mexicana llorando.
- ¿Podrías quedarte un poco conmigo y pretender que todo está bien? - murmuró Aylara. Thiago se quedó pasmado unos segundos antes de sentarse junto a la mexicana.
- ¿Qué pasa? - preguntó Thiago. Por unos segundos, Aylara no dijo nada. El alemán lo respetó, esperó hasta que las lágrimas de la mexicana se detuvieran un poco y fue cuando empezó a hablar.
-Cuando conocí a Rachel, mis amigas pensaban que era rara. Sé que probablemente no veían a la misma chica que yo, seguramente veían a Yumeko o a Reyna. Pero creo que lo que era real de ellas es que mantenían su distancia del mundo. Ahora pienso en este diario y cómo yo le importaba desde antes y no puedo evitar pensar que yo le gustaba. Lora siempre se fijó en mí y recordar cómo le dije en Canadá que yo nunca sería como ella hace que me sienta como la peor persona del mundo- dijo Aylara. Thiago se quedó congelado unos segundos sin saber qué decir o qué hacer.
-La extraño Thiago. Extraño despertar y verla entrenar o hacer planes. Extraño ir a volar con ella en las noches y no tienes ni idea de cómo extraño la idea de que Lost podía con todo y que nos mantendría a salvo. He deseado que esa idea que todos teníamos hubiera sido real. Hubiera querido que ella también lo hubiera creído.
Aylara se llevó las piernas a su pecho y ocultó su rostro solo para comenzar a llorar de nuevo. Thiago se quedó junto a ella. Por un momento quiso hablar y contarle la verdad, pero no se sintió capaz. Sin embargo, tomó el sobre que llevaba en el bolsillo y lo sostuvo cerca de él.
-Estarás bien Aylara. Sé que duele y sé que ella era muy especial para ti, pero al final ella estaría feliz de que tú sigas con vida. Toda la misión de Capraia valió la pena para ella solo porque saliste viva de ahí- dijo Thiago.
La mexicana alzó la mirada y enseguida sus ojos se enfocaron en el sobre que el alemán sostenía. Thiago pasaba los dedos por el nombre que Lora había escrito. Sintió un nudo en el pecho al pensar en todo.
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Radiación: En la búsqueda del Guardián
Science FictionEl grupo pudo escapar de esa isla pero a un costo que no podrán pagar jamás. Ahora deben seguir mientras los chicos rescatados se adaptan y sin alguien que los guíe. La desconfianza en el grupo es presente pero deben cumplir su palabra y seguir adel...