Poseído 3

3K 111 59
                                    

He entrenado como un cabrón hoy en rugby.

Más de lo habitual. Estoy hecho polvo. 

Mi querido novio me espera fuera de los vestuarios, con una enorme sonrisa haciéndome ver lo orgulloso que se siente de mí y eso me hace querer hacer esto todos los días. Viene impecablemente vestido, como siempre: con su uniforme perfectamente planchado, su corbata anudada escrupulosamente y sus zapatos extraordinariamente limpios. Yo, por el contrario, estoy de barro hasta el culo y no quiero mancharle. Le sonrío, le doy un besito rápido en los labios y me meto en el vestuario. 'Nos vemos fuera', dice, dejándome ducharme y cambiarme con calma. Pero no necesito mucho tiempo para esto. Prefiero pasar más tiempo con mi novio en mi propia ducha, que lavándome aquí solo mientras oigo a algunos de los de mi equipo criticar los fallos de otros. Me enjuago bajo el grifo del agua caliente restregándome con fuerza mientras me centro en disfrutar el hecho de que es jueves, de que mañana no hay clase por no sé qué asunto festivo que no me importa, y que Charlie hoy duerme conmigo. Sí, conmigo, y soy el hombre más afortunado.

Cuando me deshago de mis colegas, aún medio húmedo y deseando llegar a casa, mi diminuto novio moreno, sonriente y con tendencia a la depresión me espera. Aunque desde que va al psicólogo ya no empeora, se mantiene como está o mejora. Estoy muy contento por ello. 

La terapia también le ayuda, por supuesto, con su trastorno alimenticio y en consecuencia, con su dismorfia corporal. No tengo ninguna prisa en que se desnude, pero reconozco que como novio deseoso de verle de arriba a abajo y de memorizar todos los rinconcitos que pueda haber en su pequeño cuerpo; me gustaría que esto fuera más rápido.

Sin embargo, no le fuerzo. No es mi intención. Ni quiero que se sienta presionado.

Nos hemos acostado montones de veces. Y yo me desnudo con facilidad, no tengo problema. Pero él necesita tomarse su tiempo, a veces incluso no llega a hacerlo. No le digo nada, sólo le apoyo y le recuerdo que a mí él me gusta tal y como es. Que lo que tenga que ofrecerme será más que bienvenido y en el momento que él estime oportuno.

Siempre sonríe y asiente, aunque no le veo convencido la mayoría de veces.

Pero hoy, Charlie parece distinto.

Irradia luz, fortaleza, seguridad. No sé qué le ha pasado por la cabeza, pero espero que haya venido para quedarse. Al llegar a mi casa mi madre nos da la bienvenida, hace té, café, tostadas... y todo lo que podamos llegar a desear después de un entrenamiento agotador (en mi caso) o de varias horas de ensayo con la banda (en el suyo).

Charlie siempre corresponde a mi madre con una sonrisa. Incluso a mis perros. Él es todo sonrisas cuando no se queda solo con sus pensamientos. Ojalá acabe siendo así a todas horas... mientras tanto, es todo sonrisas cuando está conmigo, y eso es más que suficiente para mí.

Pero mi madre no tarda en irse, cosa que yo ya sabía que ocurriría, aunque él no. Se despide de ella educadamente y agarra las tazas de café casi hirviendo que ella había servido previamente. Sube a mi cuarto para decirme que nos hemos quedado solos, pero me hallo en la ducha. Necesito quitarme de encima todo el barro que he acumulado en las últimas dos horas, y le pego un grito a Charlie desde dentro del baño para avisarle. Suelta un sonoro 'vale' y se va a mi cuarto. Siento la tentación de masturbarme, pero obviamente prefiero hacerlo con mi novio. Hace dos días que nos acostamos, pero... quiero hacerlo de nuevo. Quiero tocarle de nuevo, sentirle de nuevo conmigo, por y para mí. Que él se sienta también mío.

Cuando salgo me enrollo en una enorme toalla mullida y al entrar a mi cuarto le encuentro acurrucado en mi cama, abrazado a la almohada y somnoliento mientras ve la tele con volumen bajo. Sonrío enternecido y pronuncio su nombre con suavidad. Me oye, pero no se inmuta. Está más cerca de estar dormido que despierto. Decido dejarle descansar, así que me pongo mi pijama y me siento a su lado con cuidado, bebiendo mi café y viendo lo que él había escogido previamente.

Poseído.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora