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Hola, ojos bonitos..
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Cuando caminábamos por el pasillo me tope con aquella chica que tanto veía entre el público, pude ver esos ojos verdes tan lindos que tenía, una gran obsesión.

-Perdón- Se disculpo mientras quitaba su mirada de mi y empezaba a mirar a los demás chicos quienes venían detrás mio.

-No pasa nada es mi culpa-

Su mirada volvió a mi, en verdad amaba esos ojos que la chica tenía, como si los hubiera visto en otro lado.
Nuestros ojos conectaron de inmediato, había quedado hinoptizado, tanto que ni cuenta me di que aquella chica se había quitado la mascarilla qué antes cubría la mitad de su rostro.

-¿No piensas saludarme?- Pregunto mientras se cruzaba de brazos, esas palabras hicieron qué saliera de mis pensamientos.

Mi corazón empezó a latir como si fuera a salirse de mi cuerpo, el motivo de mi felicidad estaba enfrente de mí.

-¿Tom? ¿Estas bien?- Pregunto mi hermano mientras movía sus manos delante mío.

-Creo que le echaron algo a mi bebida- Solté mientras mi mirada seguía en aquella pelinegra quien solo reía.

-Tom mínimo abraza a Emma, qué le debió costar un riñón venir hasta acá- Soltó un Georg burlón.

Y eso hice, la abracé como si fuera la última vez que la fuera a ver, la pelinegra no tardó en corresponder el abrazo, extrañaba ese olor a vainilla.

-No sabes cuanto te extrañe bonita- Comente mientras acariciaba su suave cabello, su rostro estaba en mi pecho algo que causaba mucho nervio en mi

-Tambien te extrañe Tom- Aceptó mientras se alejaba de mi rompiendo el abrazo.

-¿Pero que haces aquí?- Pregunte mientras mi miraba estaba en ella.

-¿Acaso no quieres que te esté aquí?- Preguntaba Georg de forma de burla.

-Qué idiota- Solté mientras le daba un codazo. -Yo amo que estes aquí Emma, pero yo te hacía en España- Le comente a la pelinegra mientras volvía a verla.

-Decidí venir a verte, bueno tus amigos y tu hermano me invitaron a pasar unos días aquí- Mire a los chicos quienes alzaron sus dedos pulgares, les debía tanto.

-Me alegro que estés aquí Emma, ¿Con quien vienes?- Preguntaba ya qué ella era menor de edad aún y no puede viajar sola.

-Viene conmigo- Hablo Raúl quien enseguida me abrazo como saludo, era un gran amigo sin duda.

-Gracias por traerla- Agradecí y este solo negó con la cabeza.

-No tienen que darme las gracias, lo hago por que sé que Emma te quiere como a nadie y por que el doctor se lo recomendó- Comento Raúl.

-¿Qué te dijo el doctor?- Cuestionó Bill ahora mientras miraba a Emma.

-Qué sería bueno volver a los lugares donde viví, para ver si recordaba algo, era imposible no venir a Alemania, tengo muy buenas razones- Soltó Emma mientras me veía, esta mujer quería ponerme rojo.

-Pues la única buena razón que tienes sería que empezarás a recordar, la verdad no creo que haya otras mejores razones- Georg con sus chistes, debería de darle clases.

-Por eso no tienes novia Georg- Comente mientras lo miraba.

-Tu tampoco tienes- Hey no digas eso.

-Bueno pero mínimo logro qué una chica viajará horas por el, solo digo- Ahora hablo Bill, Georg solo se giro indignado dándonos la espalda.

¡𝙏𝙀 𝙇𝙊 𝙋𝙍𝙊𝙈𝙀𝙏𝙊! / 𝗧𝗼𝗺 𝗞𝗮𝘂𝗹𝗶𝘁𝘇 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora