16 Layla

6 0 0
                                    

Estábamos contentos, disfrutando de esta nueva etapa que se había abierto en nuestra relación, pasamos todo el tiempo que podíamos juntos. Yo creía que era un sueño, tanto tiempo esperando este momento, pensando que ya era imposible que nunca iba a suceder y vaya sorpresa me ha dado la vida. Con poco que Maikel sintiera por mi yo era la mas feliz del mundo. Pero escuche esa voz, no podía ser ella. Me levante, fui a la puerta y me quede helada. Era mi amiga Paola, si esa misma. Ya no recordaba que él estaba hablando con alguien, porque pasábamos todo el rato juntos y no lo había visto hablar con ella.

-¿Paola?- reaccione impresionada, y con cara de pocos amigos.

-¿Layla? ¿Qué haces aquí?

-yo podría preguntarte lo mismo.

-¿os conocéis?-salta Maikel

-claro que si es mi amiga,- por la reacción de Maikel me di cuenta de que no sabia nada.

-Paola- empezó a hablar Maikel- me dijiste que ibas a venir pero en diciembre queda un mes.

-si es que una compañera necesitaba la fecha de mis vacaciones, así que se las cambie y pensé, voy a darle una sorpresa a Maikel.

-me alegro mucho que estés aquí, pasa.

Yo estaba de pie como una estatua no me creía que Paola estuviera ahí y encima con Maikel. Sentí que sobraba de esa casa, pensé que Maikel había hablado con ella y puesto distancia entre ellos después de lo que estaba pasando entre nosotros, pero ya veo que no. Aunque no lo haya visto se ve que seguía hablando con ella y no se con que motivos, Maikel me debía una explicación. No éramos novios pero no podía estar dando esperanzas con esas intenciones a dos chicas al mismo tiempo y menos con una amiga mía. Y de repente me sonó un clic en mi mente, me vino todo lo que había pasado el verano de 2003, ¿se estaba repitiendo la historia? 

-Maikel necesito hablar contigo una momento a solas, vamos a la azotea. ¿Nos disculpas Paola?

El me hizo un gesto de afirmación con la cabeza y subimos en silencio las escaleras.

-creo que tienes algo que decirme Maikel

-Layla yo no tengo nada con ella simplemente hablamos de vez en cuando por teléfono y ya esta.

-¿y ella esta también convencida de eso o piensa otra cosa?

-no lo se, es cierto que al principio tuvimos ese tipo de conversaciones y estábamos coqueteando, pero en cuanto me di cuenta de lo que sentía por ti y empezamos esa nueva relación entre nosotros no le he dado a entender nada. Corte todo eso con ella.

-pues creo que ella no ha venido con intención de solo amigos por las miraditas y las sonrisitas que te ha echado ahora y viene con las maletas ¿se va quedar aquí?

-Layla estas siendo muy dura con ella también es tu amiga. Solo es una semana, no va a pasar nada.

-esta bien tienes razón voy a confiar en ti Maikel y lo dejo en tus manos.

Se acerco a mi, puso su mano en mi cintura y me dio ese beso que siempre espero con desesperación y no me acostumbro a las sensaciones caóticas que produce en mi cuerpo. Nos separamos con lentitud.

-solo me gustas tu enana, ya ocupas todo mi corazón, no hay hueco para nadie mas-su sonrisa picara que me vuelve loca y me derrite.

Bajamos la escalera él dándome la mano y llegamos al piso. Entramos y ahí seguía Paola sentada en el sofá mirando el móvil.

-que bien ya habéis llegado, estaba pensando que esta semana lo vamos a pasar genial mis dos mejores amigos están aquí.

-sí-conteste yo molesta, tenia que tranquilizarme no había nada entre Maikel y Paola.

Ella se acerco a mi me dio un abrazo, y dos besos.

-por cierto chicos ¿me puedo alojar aquí con ustedes esta semana no? Es que no me dio tiempo a coger un hotel y demás así será mas divertido.

-sí claro- salta Maikel- no hay problema yo puedo dormir en la habitación de joseph y vosotras dos en la mía. - había dicho que era su habitación, que yo sepa era de los dos.

-estupendo, será genial-contesta Paola

Tenia miedo, podía decirse que sí, y celos también. Paola era muy guapa, me ganaba en todo, es cierto que éramos amigas y nunca la había visto del modo que la veo ahora mi competidora. Su acento italiano tan bonito, que sabia camelarse a la gente, y ahora que estaba aquí Maikel podía observar lo hermosa y perfecta que era y eso no me gustaba. Nosotros no podíamos decir nada de la relación que manteníamos Maikel y yo porque ¿Qué tipo de relación era? No lo sabia ni yo, como iba a explicárselo a Paola era complicado, estábamos en un momento en el cual nos gustábamos mucho y nos dejábamos llevar solo era eso. Pero para mi no era así, yo quería a Maikel siempre lo he querido, estaba enamorada de él. Ahora podía disfrutar con él de lo poco que me estaba dando pero yo con eso me conformaba, me había dicho que era la única que estaba en su corazón, quizás eso es que sentía mucho mas por mi. La verdad es que no nos hemos sincerado, ni hablado del tema. Siento que el tiene miedo, quiere estar conmigo como mas que su amiga pero en el fondo no quiere que perdamos la amistad que teníamos. Yo en cambio pienso que nuestra relación ha mejorado.

-¿no te parece genial que este aquí y compartamos habitación juntas?

-si, mucho-conteste con la cabeza baja mirando su maleta abierta desde la puerta de la habitación. Solo hacia dos años que éramos amigas, pero no tan intimas. No me entusiasmaba nada que estuviera ahí y menos que me llevaría una semana compartiendo cama con ella y no con Maikel, eso era lo que menos me gustaba. Iba a ser una semana larga.

Maikel hablo conmigo y me comento que esa semana no iba a ir a clase, se quedaría con Paola, para estar con ella y enseñarle la ciudad. No me hacia nada de gracia yo seguiría con mi rutina de la universidad y trabajo, lo siento pero no iba a cambiarlo por ella. No me gustaba nada que ellos dos estarían solos mucho tiempo. por lo menos podría estar con ellos por las tardes cuando salía de la universidad. A ver que me deparaba los días con Maikel y Paola juntos. 

Apartamento 401 en LONDRESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora