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11. Secreto.

—Su-hyeok —comenzó a escuchar su nombre cuando iba entrando por la ventana.
—Su-hyeok ¿estás bien? —pero el chico no hizo caso a las preocupaciones de sus amigos, más bien se dirigió a la mesa donde estaba Jiyu recostada y tomó su mano, dándole un leve apretón, sintiendo que esta sudaba por la fiebre.
—Su-hyeok ¿y la profesora Park? —aquella pregunta que hizo On-jo lo obligó a mirarla. Y con una simple mirada, todos entendieron que pasó.
—¿Qué pasó Su-hyeok? —preguntó Cheong-san acercándose al Sin Calcetines.
—Me salvó la vida.
—¿De verdad se fue? —dijo Dea-su más para si que para los demás.
—No es posible —todo el salón se quedó en silencio, viendo hacia el suelo o hacia la ventana, conteniendo o derramando lágrimas por la profesora, pero sólo una de ellos fue capaz de no apartar la mirada de las manos de Su-hyeok y Jiyu.
—Ella me pidió salvar a Jiyu —el mismo Sin Calcetines rompió el silencio y todos lo miraron— me explicó cómo hacerlo.

Su-hyeok se quitó la mochila y comenzó a sacar las cosas colocándolas en la mesa.

—Ok —Su-hyeok observó los medicamentos que ahora estaban en la mesa— está —señaló la de la caja azul— es para bajara fiebre ¿alguien sabe inyectar?

Todos se mantuvieron en silencio.

—Yo si —dijo Nam-ra.
—Presidenta ¿en serio sabes?
—Si, mi mamá me obligó a tomar un curso de primeros auxilios, no es tan difícil.
—Ok —Su-hyeok se hizo a un lado tendiendole el frasco. Nam-ra echó un poco de alcohol en sus manos para desinfectarse, así como también para limpiar el área donde inyectaría a Jiyu. Introdujo la aguja en la boca del frasco y tomó una pequeña cantidad, tal como indicaba la caja, después la insertó en la piel de Jiyu y presionó la cabeza de la aguja dejando ir la medicina.
—¿Qué más te dijo?
—Que había que suturar la herida ¿también sabes hacerlo?
—No, pero vi un video de como hacerlo.
—¿Así y ya? —preguntó Dae-su.
—¿Tienes una mejor idea?
—¿Y si haces los nudos como en la manguera? —opinó On-jo y ella la miró— uno de cada lado, pero cada 1 CM.
—Puede funcionar —dijo Joon-yeong— ¿nadie tiene un teléfono para ver un tutorial?
—Traten de buscar uno —todos comenzaron a buscar, pero al no encontrar, regresaban a la mesa, hasta que algo llamó la atención de Woo-jin.
—Oigan ¿qué es eso? —señaló un bulto en el pants de Jiyu.
—Es un... —On-jo se apresuró a abrir el cierre de su bolsillo y al meter la mano sintió el frío de la pantalla del celular.
—Un teléfono.
—¿Por qué lo ocultaría?
—Tal vez lo olvidó.
—No olvidas que traes un teléfono —atacó Ji-min molesta por lo que hizo la mayor.
—Debe tener sus razones, no hay que molestarnos —Na-yeon habló y la misma Ji-min la miró incrédula.
—Tu misma te hubieras puesto como loca.
—Si, pero no estoy actuando así ¿O si?
—Ya dejen de pelear —dijo Su-hyeok levantando el tono de su voz— Jiyu podría morir y es innecesario que estén discutiendo por un celular —Su-hyeok le quitó el teléfono a On-jo para buscar el vídeo, y al verlo sin contraseña se sorprendió. Fue directo a Youtube para buscar un tutorial, y en cuanto lo tuvo todos lo vieron.
—Ya no puedo ver más —dijo Dea-su asqueado por el tutorial— yo no sirvo para eso.
—Yo te ayudo, Nam-ra —dijo On-jo y la presidenta solo la miró y comenzó a hacer lo que debía hacer.

CORRE; ESTAMOS MUERTOS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora