CORRE; ESTAMOS MUERTOS

20

20. Rescate

-Deja de moverte.
-Es que duele.
-No seas tan llorón. Ya está -Jiyu terminó de vista el brazo de Dae-su, el cuál tenía un raspón en el codo.
-¿Cómo es tu cuello? -le preguntó On-jo.
-Me quedará marca pero estoy bien.
-Fue muy estúpido lo que hiciste -la regañó Su-hyeok- pudiste haber muerto.
-Eh, cuida tus palabras, aún sigo siendo mayor que tu.
-Lo siento. Pero aún así fue muy arriesgado.
-No iba a dejar que ese maldito atacara a On-jo.
-Pero la forma en su luchabas -le dijo Dae-su- ¿Quién te enseño a pelear así?
-Mi mamá -la mayor miró el fuego- ella me enseñó todo lo que sé.
-¿Tu mamá te enseñó?
-La razón por la que quiero ganar medallas es porque ella no pudo hacerlo. Era la mejor peleando, sabía de todo tipo de artes marciales, pero cuando iba a entrar al equipo nacional, quedó embarazada de mi. Por mucho culpa no hizo lo que quiso.
-No fue tu culpa, eras una bebé.
-Lo sé, pero yo lo siento así. Cada competencia que gano, le llevo mis medallas. Pero quiero ganar unas con el equipo nacional para que vea ella cuánto he crecido.
-Es lindo de tu parte -Na-yeon le sonrió.
-Si salimos de aquí, reunámonos de nuevo, alrededor de una fogata. Bueno... Espero que podamos.-Nam-ra habló.
-Hay que hacerlo. Dónde sea que alguien encienda una fogata, nos vemos a reunir.
-Lo siento, Nam-ra -dijo Ji-min.
-Oh, sonreíste. Es raro.
-Ay por favor.
-Yo digo que su sonrisa es bonita -opinó la mayor haciendo sonreír más a Nam-ra.
-Esperen. ¿Escucharon eso?
-¿Que escuchaste?
-¿Qué es? ¿Es ese loco de nuevo?
-All -señaló Nam-ra y todos vieron hacia el cielo donde no había nada.
-Yo no veo nada -Cheong-san esperó un poco más- oh, parece un helicóptero.
-Si, es cierto.
-Rápido, el fuego -todos se pusieron de pie para avivar el fuego y tratar de llamar la atención de los soldado, moviendo palos y gritando.
-¡Por aquí! ¡Estamos aquí!
-¡Estamos aquí!
-¡Estamos vivos!

La nave fue bajando y el aire producido por las hélices los obligó a retroceder. Los hombres bajaron y les apuntaron con sus armas mientras él helicóptero se alejaba.

-Al suelo, todos al suelo -Jiyu dió un paso adelante- boca abajo en el suelo.
-Haganlo, vamos.
-Inspeccionaremos a todos en el área -dijo el general- instituto Hyo-san. Son 12 sobrevivientes. Tomaremos tu temperatura -uno a uno fueron tomándola diciendo si estaban limpios y normales, pero cuando llegaron a Nam-ra, notaron una anomalía.
-34.5 grados, manta térmica -Jiyu respiró aliviada- una tiene hipotermia, los demás están normales. Los rescataremos al final, cambio. Ya pueden levantarse. ¿Son los únicos sobrevivientes?
-No lo sabemos, debe de haber más.
-Bajaremos unos minutos para revisar, ustedes quédense aquí.
-Oiga ¿no nos van a rescatar? -preguntó Ji-min asustada.
-Claro que lo haremos. No vayan a ninguna parte, sólo esperen aquí. ¿Está bien?
-Si -asintieron todos y los soldados se engancharon al techo para bajar de la azotea por los costados del edificio y llegar al laboratorio.
Al bajar entraron por las ventanas y dispararon a todos los zombies o a todo lo que se movía y no respiraba.

En el gimnasio, el resto de sobrevivientes se preparaban para salir y el mombie restante se ocultó con miedo al ver las luces y oír los disparos.

-Oye ¿planean matar a todos los zombies antes de rescatarnos?
-Lo dudo, solo son 4.

Pero aunque pareciera imposible, ellos están preparados.
Cuando los soldados subieron y el helicóptero se elevó, prepararon a los chicos para subirlos.

-Los subiremos uno a la vez, quédense quietos aunque tengan miedo ¿entendieron?
-¿Pero no van a aterrizar?
-No podemos por seguridad del edificio, él se encargará de subirlos, no se preocupen. No pueden ir todos al mismo tiempo así que subirá uno por uno.
-¿No nos van a llevar?
-Cálmense ¿ok? Dejen que hagan su trabajo -intento calmarlos la mayor aunque ella estaba igual de asustada.
-Los llevaremos a todos, pero deben subir uno por uno.
-Ji-min, tu ve primero -ella miró a sus amigos mientras le colocaban el arnés. Cuando estuvo lista la comenzaron a subir mientras preparaban a Na-yeon, que apretaba con fuerza la mano de Jiyu.
-Repita, por favor. ¿A ninguno? -aquello llamó la atención de Jiyu- sus temperaturas están bien... Pero son unos niños... Entendido.
-Retrocedan -le dijo Jiyu a sus niños- para atrás.
-¿Por qué?
-Solo háganlo.
-Operación cancelada. Tengo el paquete ya, vámonos -los soldados le quitaron el arnés a Na-yeon y bajaron a Ji-min.
-¿Qué están haciendo? ¡Por favor, súbanme! ¡Súbanme! ¡No quiero quedarme! -Ji-min iba a irse con ellos, pero Dae-su la detuvo cuando les apuntaron con las armas.
-¿Por qué no nos llevan?
-¡No sé acerquen! -pidió la mayor.
-Retrocedan -ellos no hicieron caso- retrocedan o dispararemos.
-¡Les dije que para atrás! -Jiyu empujó a Ji-min obligando a Woo-jin a agarrarla de los brazos. Todos se hicieron para atrás, aunque su miedo podía más.
-Señor ¿podría llevarse sólo a algunos? -el general disparó hacia el cielo haciéndolos retroceder. Los hombres subieron al helicóptero dejándolo a él al final.
-Señor, espero que pueda vivir con la conciencia llena de sangre -dijo Jiyu viendolo con tristeza mientras él subía.
-Lo siento -solo pudo decir siguiendo las ordenes de otro hombre. El helicóptero los abandonó y la última esperanza de salir de ahí con vida se esfumó en la oscuridad. Habia muchas razones por las que llevar a los niños, pero sólo una para no hacerlo y ellos no sabían a que se debía que los hayan abandonado.

-Nos abandonaron ¿cierto? Ya nadie vendrá a salvarnos.
-¿Por qué lo hicieron?
-Talvez creyeron que éramos unos malditos zombies.
-Nos habrían matado. No sé habrían ido sin matarnos -Cheong-san molesto, destruyó lo que quedaba de fogata y de señal de SOS.

Todos estaban en silencio, pero la que se sentía peor era Jiyu. ¿Qué haría si alguno de sus niños moría?

El ruido del cielo comenzó a alertar a todos y a la par de la luz supieron que una tormenta se avecinaba. El ruido provocado por los truenos lastimó los sensibles oidos de Nam-ra, pero Su-hyeok estaba ahí para ella. Jiyu los observó atentamente hasta que las gotas comenzaron a caer en todos lados.

-Lluvia. Esta lloviendo.
-¿Está lloviendo?
-¡Esta lloviendo!

Los amigos se acostaron en el suelo mientras otros abrían las bocas para recibir las gotas frescas que la naturaleza les regaló.
Algunos se dejaron llevar por los sentimientos y cedieron al llanto aprovechando el ruido y la oscuridad.
Jiyu observó a todos y también las lágrimas bajaron. El sonido estruendoso y la luz producida por los truenos alteraba a los zombies, y eso estaban por descubrirlo.

Bandaaaaa
A veces me identifico con Jiyu 😔
Ser la mayor entre tu grupo de amigos a veces te hace responsable
En mi caso, me siento así cuando todos son varios años menores que yo

Nadie me preguntó, pero ni modo Jajajajjajajaja

Por cierto, se viene un maratón, pero deben estar preparados porque me odiarán con ganas