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10. Fiebre.

—¡Cheong-san! —Gyeong-su gritó mientras corría hacia su amigo para tomarlo de los hombros y jalarlo hacia atrás. Su-hyeok también se unió a la pelea, solo que él tomó un trapeador para comenzar a empujar a la zombi.
Cuando está tomó el trapeador, los mejores amigos cayeron al suelo, pero al instante se pusieron de pie para ayudar al Sin Calcetines.
Gyeong-su fue quien también la empujó para intentar tirarla, pero al ver la oportunidad, la zombi tomó una de sus manos para acercarla a su boca.
—¡Cuidado con las manos! —le gritaron Dea-su y Woo-jin mientras él luchaba con todas sus fuerzas por no ser mordido. Su-hyeok golpeó a la zombi, provocando que el trapeador se rompiera, y observó al objeto punzo cortante y después observó a la zombi, y sin dudarlo más lo encajó en el cuello de la zombi, golpeando de paso la nariz de Gyeong-su. Esta al instante dejó de moverse y creyeron haberla matado, pero está volvió a moverse de nuevo, asustandolos.
—Ahora si moriremos —dijo el de mayor tamaño. Los tres empujaron con fuerza cuando comprobaron que la zombi estaba el doble de furiosa. Cuando ella casi tenía medio cuerpo dentro del salón, Gyeong-su observó por todos lados algo para apartarla, y lo único que se le ocurrió fue golpearla con el CPU de la computadora, pero no esperaba que se le soltara de las manos y cayera al suelo haciéndose pedazos.

Todos se acercaron a la ventana al ver cómo la zombi salió corriendo hacia el patio, y suspiraron con alivio.

—Que intenso -dijo Dea-su— ahora sí me cansé.
—¿Estás bien?
—Si, estoy bien.
—Eso fue horrible —Woo-jin palmeó el hombro de Gyeong-su— ¿enserio estás bien?
—Si —el menor se alejó de él para sentarse en una silla, recuperar el aliento era su objetivo. La de suéter rosa se acercó a él para ver si estaba bien, pero al ver un pequeño hilo de sangre escurriendo por su nariz se detuvo.
—Gyeong-su —el nombrado la miró— tu... Tu nariz.

Él se tocó sintiendo el líquido caliente y se sorprendió un poco.

—Ah, es que Su-hyeok me golpeó con el palo del trapeador.
—¿Qué? —la pelirroja estaba tan asustada que no podía moverse de su sitio.
—Que Su-hyeok me golpeó ¿acaso no me crees? —Gyeong-su la miró dolido.
-Tiene un rasguño en la mano —dijo Hyo Ryung viendo la pequeña herida en el dorso de su mano.
—Me lastimé mientras intentaba salvarlos —la situación comenzó a ponerse tensa con las miradas inquietas ante Gyeong-su, la mirada triste de Na-yeon y la desesperación de Gyeong-su.
—A I-sak le sangró la nariz antes de convertirse —dijo Ji-min— On-jo tu la viste.
—Gyeong-su —la profesora intentó acercarse al nombrado.
—¡No me escucharon! —Gyeong-su perdió el control por miedo— les estoy diciendo que nadie me mordió. ¿Enserio creen que estoy mintiendo? Cómo pueden dudar de mí.
—Bueno, esto es solo un rasguño —dijo Cheong-san tomando la mano de Gyeong-su — si quieren comprobarlo, acérquense.
—¿Es un rasguño?
—Tiene razón.
—Es demasiado pronto para que se convierta si lo acaban de tocar -dijo Jiyu sintiendo que de pronto hacía mucho calor en el salón.

CORRE; ESTAMOS MUERTOS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora