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8. Situación incomoda.

La siguiente en bajar fue Na-yeon que no preguntó si alguien más quería bajar, solo quiso salvarse a ella misma.

Cuando ella llegó hasta abajo, después fue Dae-su, que dejó libre la ventana que detenía para ser sustituido por Woo-jin.

—Los veo abajo —dijo Ji-min comenzando a bajar. Mientras ella bajaba, la siguiente en prepararse fue Hyo Ryung que prácticamente había sido obligada por Jiyu para que estuviera a salvo mientras ella se quedaba a un lado de On-jo.
Cuando la chica llegó al aula donde estaba el resto de sus amigos y la profesora, bajó la de pelo corto con miedo, aferrando sus manos y pies a la manguera.

Cuando todos sujetaron a Hyo Ryung para que entrara al aula, el siguiente fue Joon-yeong, quien de paso le dio un calambre pero se aguantó hasta estar sano y salvo en el salón, dejándose caer en el suelo sintiendo como su músculo se tensaba.

Después bajó Woo-jin siendo abrazado por su mejor amigo para revisarlo y que estuviera bien, después de todo, tenía que entregarlo bien porque sería su cuñado.

La puerta, de donde aún quedaban Nam-ra, On-jo, Cheong-san y Jiyu comenzó a abrirse por la fuerza de los zombies.
La pelinegra dejó una nota en la pizarra diciéndole a Su-hyeok que estarían en el aula de audio, con la maestra Park.

—Vamos Nam-ra —le dijo el único chico que quedaba en el salón y ella asintió caminando hacia la ventana. Esta comenzó a bajar, siendo apurada por la mayor que estaba cuidando que no fuera a caer. Cheong-san se acercó a su mejor amiga, quien estaba hundida en sus pensamientos tras la muerte de I-sak.
Él la tomó del brazo y la arrastró hasta la ventana, donde Jiyu esperaba con ansias que ambos salieran.

—No —On-jo detuvo a su amigo— quiero a I-sak.
—Debes reaccionar —le dijo Cheong-san— todos perdimos a un amigo el día de hoy. Cuántas personas murieron ¿no lo ves?
—Es que a mí ya no me importa nadie más —Cheong-san suspiró y sintió como el calor de sus mejillas iba en aumento por lo que diría. Jiyu se dio cuenta de ello, por lo que se adelantó.
—Pero no sabes a cuántas personas le importas, así que por favor, lucha por ellas. Ya no queremos perder a nadie más, no quiero perder a nadie más. Tenemos que sobrevivir por ellos.

Las palabras de Jiyu le sacaron más lágrimas a On-jo, porque de alguna manera veía a Jiyu como una hermana mayor, a pesar de estar menos de 1 día con ella. Jiyu solo le dio un cortó abrazo y acarició su cabello mientras la obligaba a bajar por la manguera.

—Te seguiremos —le aseguró Cheong-san. El pelinegro se aseguró de que su mejor amiga bajara con cuidado por la manguera, mientras tanto, Jiyu observó la puerta al escuchar cada vez más fuertes y claros los quejidos de los zombies.
On-jo estaba por llegar a la ventana del salón de abajo, cuando la barricada que detenía la puerta cayó. Jiyu se preparó para atacar, pero Cheong-san la jaló del brazo con fuerza para salir por la ventana.

Jiyu logró aferrarse de la cuerda antes de que muriera por la caída y sintió un gran dolor proveniente de su brazo por la fuerza que ejerció. Cheong-san también cayó, siendo empujado por los zombies que habían logrado entrar, pero tras dar un mortal, logró aferrarse de la manguera, mientras los zombies que salieron, caían al suelo.

—¡Estás loco! —al instante lo regañó Jiyu y él solo rio por la impresión de la caída y la adrenalina corriendo por sus venas— ¡Qué es tan gracioso!
—Estamos vivos, Noona —Jiyu levantó la ceja ante el honorífico que había utilizado el chico, pero no le reclamó. Se supone que todos deberían dirigirse así a los mayores, pero no había tanta confianza para llamarse así, por lo que le sorprendió pero no le molestó.
—Vamos, bajemos antes de que está manguera vaya a caer —la verdad es que está no soportaba el peso de los dos juntos.

Cheong-san siguió bajando hasta que llegó a la ventana, mientras Jiyu no se movió para no provocar una caída fatal para ambos.

—Listo, baja ya —le indicó Cheong-san desde la ventana de abajo y ella comenzó a bajar, pero escuchó un ruido de arriba, y al levantar la mirada se dio cuenta que una zombie quería tomarla desesperadamente. Jiyu siguió bajando, sin tomar en cuenta a aquella zombie con uniforme, pero un movimiento brusco la detuvo, y de nuevo subió la mirada, viendo como la zombie se lanzó hacia ella. Jiyu apenas pudo moverse a un lado, quedando colgada de su brazo lastimado, por lo que tuvo que aferrarse rápidamente con el otro para no caer, y sintió como la zombie la tomó por un tenis, aferrándose a ella para morderla.

—¡Jiyu! —la pelinegra miró hacia un lado viendo a Lee Su-hyeok con vida— tienes un zombie en tus pies.
—Si, ya me di cuenta —quiso no sonar sarcástica ante la preocupación del menor.
—No se suelta, deshaste de ella.
—Si, ya lo sé —ahora sí hizo evidente el sarcasmo.
—Pateale la cara.
—Ya lo sé —la paciencia de la pelinegra comenzaba a agotarse.
—Avientala.
—¡Ya lo sé! —Jiyu movió su brazo, pero la herida de este rozó contra la manguera y por un segundo perdió fuerzas. Su-hyeok de verdad quería ayudarla, pero si lo hacía, tendría que pegar demasiado su cuerpo al de ella, al punto de tenerla que tocar en demasía, y claro que no quería hacerlo porque sería muy incómodo.
—Espera, voy a ayudarte —Jiyu intentó patear de nuevo a la zombie, pero está no la soltaba— saltare hacia ti.
—¿Qué? No, ni se te ocurra, vas a caerte.
—Estaré bien.
—¡Solo hazme caso y ya!
—Confía en mi —Jiyu, al ver la tenacidad de Su-hyeok, enredó su mano en uno de los orificios, mientras que con su otra mano se aferraba a la cuerda, el sin calcetines saltó hacia la chica, aferrándose a su cintura, mientras pateó con las fuerza a la zombie para que la soltara, logrando liberarlos a ambos.

—¡Sin calcetines, Jiyu! —gritaron asomados por la ventana de abajo al ver mucho movimiento en la manguera.

—Ni una palabra de esto, ¿te quedó claro?
—Si, lo siento —las mejillas de ambos no podían estar más calientes y rojas debido a la situación en la que se encontraban. Las manos del chico se aferraban a la delgada cintura de la chica, mientras ella sentía como estás se resbalaban debido a su ropa. La cara de Su-hyeok está en el vientre de la chica, y si levantaba la mirada quedaría justo sobre sus senos, por lo que le incomodaba aún más la situación.

Su-hyeok comenzó a bajar por la manguera, seguido de Jiyu, y cuando ambos estuvieron en el salón de audio, Jiyu solo se acomodó el uniforme mientras suspiraba tratando de quitarse cualquier rastro de vergüenza, mientras que el muchacho sonreía como bobo.

Su-hyeok comenzó a bajar por la manguera, seguido de Jiyu, y cuando ambos estuvieron en el salón de audio, Jiyu solo se acomodó el uniforme mientras suspiraba tratando de quitarse cualquier rastro de vergüenza, mientras que el muchacho sonreía com...

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Primero que nada, buenas noches

Me disculpo por haber dejado esto tan abandonado cuando había actualizaciones rápidas, pero tuve varios problemillas de salud y, prácticamente ayer cambie de teléfono (y perdí muchas cosas :'v) pero aquí estamos luchando con esta perra vida que nos tocó

En fiiiiiiin

Les dejo este capítulo y otro más para que lo disfruteeeeen

CORRE; ESTAMOS MUERTOS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora