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19. Sobre mi cadáver.

—Y tu —Nam-ra miró a On-jo cuando ella habló— ¿cuando empezaste a fumar?
—Fué en octavo grado. No tía amigos ni como desestresarme.
—¿Nunca he tenido una amiga?
—Yo que sé.
—Siempre estabas en tu mundo, con tu música y sola. Creíamos que nos odiabas.
—Nunca la he odiado, es solo que... No tengo amigos.
—Yo si te odiaba —dijo Hyo-ryung con sinceridad— porque pensé que te creías superior a nosotros.
—Yo también. Deseaba que desaparecieras.
—¿Ustedes no se llevan bien porque son los más listos?
—Por eso mismo. Por mucho que me esforzaba, nunca logré superarla, pero ya no importa.
—Oye, ser segundo está bien. Yo ni siquiera llego a ser el número 20 —Dae-su chocó el puño con Su-hyeok.
—Oye, no te compares con Joon-yeong.
—No lo hacía. ¿Por qué siempre estás en mi contra? Acaso… ¿Yo te gusto?
—¿Quieres morir? —la de chaleco rosa golpeó al más grande mientras los demás reían.
—Lo pregunto para no romperte el corazón. A mí me gusta alguien más.
—Tu no me gustas, no te hagas iluciones.
—Dae-su ¿a ti quien te gusta?
—Con la raro que es le debe gustar...
—Le gusta su hermana —Su-hyeok señaló a Woo-jin mientras se burlaba.
—¿Ha-ri? ¿Te gusta Ha-ri? —Jiyu lo miró asombrada— Que valiente eres.
—Es que ella es especial. La miro y se me acelera el corazón.
—Cállate idiota. Si salimos de esto con vida, le diré a mi hermana.
—¿Se lo dirás? ¿Qué le dirás?
—Que te meta una flecha y te mate.
—Eres un desgraciado, cuñado —ambos se agarraron a golpes, como días niños mientras los demás reían.
—Ey, ya basta, parecen niños —Jiyu los reprendió mientras los separaba como una madre a sus hijos.
—¿Qué hay de ti, Nona? ¿Te gusta alguien?
—Que no oíste que se quiere casar con Nam Jo-hyuk.
—Ya, solo lo dije por la emoción del momento. No me gusta nadie.
—¿Enserio? Es el fin del mundo, puedes enamorarte.
—¿Quieres que me enamore de ti? —Jiyu levantó la barbilla viendo a Woo-jin, el cuál se sonrojó al instante.
—No, y-yo o decía por alguien más.
—En realidad estoy enfocada en la universidad. Si salgo de aquí con vida, iré a Seúl, a una buena universidad y obtendré una beca deportiva. Si entro al equipo nacional, ganaré muchas medallas y dinero, le compraré una casa a mis padres y hermano, y quizás, conozca a alguien de quien me enamore.
—Tienes tu vida planeada.
—Si, pero no tomé en cuenta si hubiera un apocalipsis zombie.

Los demás comenzaron a sincerarse, uno a uno. Contando algo que les importaba, algo bueno que les pasó o lo bueno de haber vivido eso.

—On-jo y yo... Yo tengo un poco de sed.
—Verdad o reto no funciona así. Tienes que contar la verdad.
—Si ¿te gusta alguien? —Cheong-san asintió.
—¿De verdad?
—No te hagas el interesante. ¿Te gusta mucho?
—Si, mucho.
—¿Cómo que mucho? ¿Quién es?
—Nadie —al parecer todos sabían la respuesta, incluso Jiyu, pero On-jo era la única que no se había dado cuenta.
—¿Quién es? ¿La conozco?
—Tu... Tu me gustas —dijo el chico pollo pero On-jo no le creyó.
—Mientes —dijo nerviosa— estás mintiendo. Somos mis amigos desde pequeños, no puedo gustarte. No bromeés así.
—No estoy bromeando. Me gustas desde los seis. Siempre me has gustado y siempre me gustarás —la noticia la tomó por sorpresa por lo que se puso de pie, aislándose.
—Anda, ve con ella —Jiyu lo animó.

CORRE; ESTAMOS MUERTOS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora