Capítulo 6: Tu Pasado

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Dean entró en la sala de estar donde su abuelo y Bobby estaban charlando. El anciano estaba bebiendo su té con calma. Sus ojos se posaron en su nieto cuando lo vio parado frente a él.

 

—Buenos días, abuelo. Estoy yendo a la oficina ahora —dijo Dean con voz baja, evitando la mirada de Henry.

 

—¿Estás contento ahora? —Su abuelo lo enfrentó. 

 

Dean lo miró fiji. 

—No sabes lo que pasó.

 

—Pero puedo imaginar por qué el mejor mayordomo que jamás hayas tenido renunció esta mañana —dijo el anciano. Bobby miró de soslayo a Dean; el joven abrió mucho los ojos.

 

—¿Te dijo por qué...? —Dean trató de preguntar, pero su abuelo lo interrumpió.

 

—No lo hizo, pero supongo que no necesito saberlo. Ve a trabajar y trata de hacer algo por ti mismo. Deja de alejar a las buenas personas de ti. —Henry suspiró mientras se movía en su asiento para tomar su taza de té—. Ese es un consejo más que no aceptarás de mí, ¿verdad?

Hubo un silencio, y luego Dean inclinó la cabeza solemnemente. 

—Hasta luego, abuelo.

 

Dean le lanzó una mirada a Bobby y luego se alejó.

 

—¿Qué debo hacer con él, Bobby? —Henry susurró con preocupación en su voz.

 

Bobby resopló. 

—No creo que su tiempo con el mayordomo Novak haya sido en vano...

 

Bobby lo miró con el ceño fruncido. 

—¿Realmente lo crees?

 

—Es solo cuestión de tiempo hasta que veamos los resultados.

 

—Espero que tengas razón, viejo amigo —Henry volvió a suspirar de nuevo y se recostó en su silla.

 

Estaba lloviendo cuando Dean salió de la mansión. Sintió que alguien sostenía un paraguas sobre su cabeza. Se detuvo en seco y se dio la vuelta. Por un segundo deseó que el que lo protegiera de la lluvia fuera el Mayordomo Novak; pero no era Castiel, solo otro sirviente. Dean frunció los labios cuando un sentimiento melancólico invadió su pecho. Recordó a Castiel de pie a su lado mientras el corazón de Dean se rompía de nuevo por culpa de Lisa.

¿Ese sentimiento era arrepentimiento?

 

Dean negó con la cabeza levemente y se subió a su auto. El chofer del abuelo era su conductor. Dean apartó la mirada. 

—A la oficina, por favor.

 

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—Cas, déjame decirte, es mejor así. Ese trabajo no era para ti y ese tipo, el rey Winchester, ¡es tan repugnante! —Hannah hizo una mueca mientras ayudaba a Castiel con las pilas de cajas.

Mala Educación COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora