Atención: Repetición de algunas palabras. Confusión y espacios/actos algo discordantes (que seguramente mañana editaré). Disfruten su lectura <3
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♧Conoces a Gustav♧
En ese momento admiraba mi póster pegado al techo de mi habitación, era como soñar con las estrellas. Despertar y verlo era saber que tendría un día perfecto, y eso me daba los ánimos para salir de mi pequeña pero cómoda cueva.
Hoy específicamente me encontraba llorando de la felicidad, había ahorrado toda la mesada que mis padres me daban para el colegio y el autobús sólo para ver si podía lograr ir a alguno de sus conciertos.
Mi familia no era rica pero tampoco pobre, sólo no me podía dar el lujo de visitarlos en otras ciudades, y hace sólo unos meses por fin anunciaron que regresarían a dar un concierto a nuestra ciudad natal.
Mis ojos cristalizados enfocaban de manera borrosa a Gustav.
Oh, Gustav, mi Gustav. Lo amaba tanto, su sonrisa, sus ojos, su cabello, su manera de tocar la batería, todo de él me gustaba.
Era perfecto para mí. Todavía recuerdo el berrinche tan grande que hice sólo porque conté mal y creí que todavía faltaba una suma importante, y era para lograr completar la mitad de la entrada que me faltaba... la de mi madre.
Aventé todo el jodido dinero, incluidos los centavos, para comenzar a llorar. Mi madre llegó y al ver mi desastre sólo pudo recoger conmigo el dinero, pues me dijo que lo contaría una vez que le comenté la razón de mis lágrimas. Cuando terminó se comenzó a reír hasta casi llorar, parecía un globo desinflándose y yo no entendía nada, me enojaba que creyera que era algo tan tonto.
Hasta que me dijo: "Tontita, contaste mal, hasta sobra para los pasajes de autobús. ¿Tan emocionada estabas?"
Me disculpé, ella se fue una vez que guardó de forma segura el dinero para ir a comprar las entradas, no sin antes revolver mis cabellos.
Me sentía tan llena de dicha, llevaba días llorando por tal razón y ahora no me quedaba nada de agua, estaba a sólo seis horas de verlos.
☆☆☆☆
—Esto tarda demasiado, Brie... —Mi madre me miró fastidiada, mas no agresiva—
—Lo sé mamá, pero somos demasiados. Espera un poco más, por favor —Junté mis manos y las apreté, haciendo un puchero lastimero. Ella elevó su mirada sería y apretó su boca, un sonrisa escapó y besó mi frente—
