Hola, chamucas, espero que disfruten este capítulo tanto como yo disfruté escribiéndolo. Les advierto que si tratan de visualizarlo como yo lo hice, a lo mejor les van a dar tres o cuatro infartos. Previamente pido disculpas por la mala calidad del banner, si lo leen con el brillo bajo se camufla JAJSSJSJA, a lo mejor hay faltas ortográficas y repetición de palabras o incoherencias en las oraciones, siempre escribo apurada.
Yo amo mucho a Tom, de verdad, he leído algunas cartitas que le hacen y son tan hermosas que yo me quedo como "ay, mana, quisiese :/", porque admiro que lo hagan, yo no puedo expresar con palabras lo mucho que lo quiero, de verdad que no.
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◇Descanso◇
Para Tom había sido algo difícil ajustarse nuevamente a los horarios de Alemania después de regresar de una gira por Asia Oriental.
Entonces estaba tan cansado de los constantes eventos en su país natal, que no podía estar un segundo sin dormirse o al menos dormitar un poco.
Definitivamente se la pasaba de mal humor porque a media siesta su gemelo lo llamaba de forma grosera o a gritos por lo apurado que él estaba, simplemente todos estaban demasiado frustrados.
El manager, al ver que Gustav sentía sus brazos pesados por el movimiento eufórico en los escenarios, que Georg tenía un dolor de espalda insoportable, que Bill tenía su voz muy ronca y que Tom había lastimado sus dedos por el cansancio, decidió darles una semana de merecido descanso.
No vayas a creer que Tom lo hizo todo a propósito para estar contigo. Absolutamente no... ¿verdad?
◇◇◇
Estabas en la sala, luego de que te comunicaran que había ocurrido una pequeña fuga de agua en tu lugar de estudio y tardaría una semana completa en arreglarse.
No habías pasado tiempo con tu novio desde que volvió, obviamente porque ambos tenían sus propias responsabilidades, pero no podías evitar sentirte tan triste, seguramente tu estarías sola y él estaría fuera. Querías abrazarlo y oler su perfume, extrañabas incluso que te hiciera enojar gritando como loco por toda la casa.
Estabas sumida en tus pensamientos, completamente ajena a lo que pasaba a tu alrededor, hasta que un estruendo en la puerta te hizo levantarte y voltear en esa dirección.
Era nada más y nada menos que Tom, tenía miles de bolsas plásticas en ambas manos y una mochila en el hombro.
Corriste hacia él para ayudarlo y una vez que dejaron todo en el suelo con cuidado se miraron.
